Los problemas de salud mental impactan en los jóvenes, con los 26 años como media de edad de inicio de los trastornos

La investigación muestra el impacto de los problemas de salud mental en los más jóvenes, con edades de inicio muy tempranas. De los diagnosticados con trastornos de este tipo, el 19,1% comenzó a sufrirlos antes de los 13 años; el 14,9%, entre los 13 y los 17; el 19,6% entre los 18 y los 24 y el 14,1% entre los 25 y los 24 años.

El 74,7 por ciento de la población, constata el estudio, cree que la salud mental de la sociedad española ha empeorado en los últimos años principalmente por tres razones: las dificultades económicas, la incertidumbre ante el futuro y la presión, exigencias y el estrés del día a día. Por otra parte, el 22,8% asegura que ha atravesado o atraviesa algún problema de salud mental. Este dato engloba tanto a los diagnosticados por profesionales como a los que califican su salud mental como mala o muy mala.

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De todos ellos, el 42,1 por ciento aseguran haber sufrido depresión y el 36,9%, ansiedad prolongada en el tiempo. Un 14,5 por ciento asegura que tuvo ideación suicida en algún momento o incluso intentó suicidarse, y un 9% se causó autolesiones.

Por otra parte, al 17,4% de la población se le ha diagnosticado en alguna ocasión un problema de salud mental. Los más frecuentes son la ansiedad (63 por ciento) y los trastornos depresivos (56,3%).

El informe resalta también la falta de ayuda profesional, muchas veces por la imposibilidad de afrontar el gasto por parte de la persona afectada. También el consumo de fármacos. Así, un 18,9% de las personas de más de 18 años toma psicofármacos, de las cuales un 73% los consume a diario. Los más comunes son los ansiolíticos (61,9%) y los antidepresivos (47,2%).

El 26,2 por ciento de la población es tratado actualmente por un psicólogo o psiquiatra, pero el 57,3 por ciento cree que acudir a un profesional de la salud mental es económicamente inaccesible. El informe resalta la necesidad de aumentar los recursos humanos en la sanidad pública (con más psicólogos y psiquiatras), así como formar a los profesionales en salud mental.

La investigación pone el foco también sobre el estigma que supone padecer trastornos de salud mental. El 83,4 por ciento de la sociedad considera que estos problemas pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su género, edad o clase social. Del mismo modo, la inmensa mayoría el 86,1%, piensan que alguien que ha sufrido una de estas enfermedades puede recuperarse y llevar una vida normal.

Sin embargo, queda un 26,7 por ciento que piensa que las personas que han padecido un trastorno de este tipo son peligrosas, un 25,9 cree que son molestas y un 21,9 considera que no podría convivir ni trabajar con ellas.