Diez años de la Casa Ronald McDonald en Valencia: un oasis de ilusión dentro del hospital

El de estos pequeños luchadores y sus escudos progenitores es la Casa Ronald McDonald, un lugar donde hospedarse y refugiarse del día a día entre pruebas, diagnósticos, operaciones y medicamentos. La sede de Valencia cumple este 2023 una década ubicada en la calle de la Ilusión -nombrada así por ella-, junto al Hospital Universitario y Politécnico La Fe.

Abrió sus puertas el 20 de mayo de 2013 y, desde ese mismo momento pandemia de por medio, ofrece alojamiento gratuito a familias que se desplacen a la capital del Turia para que su hijo o hija pueda seguir tratamiento médico. «Una casa con balcones de colores llena de alegría e ilusión», así la define su coordinadora Cristina Fernández, quien atendió a ABC.

Según las últimas cifras que presenta la entidad sin ánimo de lucro, en Valencia han atendido a más de 1.500 familias y cerca de 5.000 personas, con un total de niños enfermos de 1.527, los cuales se hospedan de media 24 días, aunque recuerdan casos concretos de más de un año en sus habitaciones diferenciadas con nombres de animales.

Ubicada en el propio recinto hospitalario, la casa Ronald McDonald de Valencia consta de una parcela de 1.100 metros cuadrados cedida por la Generalitat Valenciana, donde se construyó una edificación de tres plantas, en las que se disponen de cuatro cocinas totalmente equipadas, una nevera para cada familia, dos salas de estar, comedores, salas de juegos, biblioteca y dieciséis habitaciones con capacidad de tres, cuatro o hasta seis personas. «Tanto el diseño de la casa como los materiales, formas y colores elegidos generan un ambiente agradable, cálido y hogareño», argumenta Cristina, quien destaca el trabajo de los voluntarios y trabajadores para «crear sinergias y generar lazos entre las familias».

En definitiva, un «hogar fuera del hogar». Regalarles calor, apoyo y simplemente cotidianidad para que los niños hospitalizados tengan a sus padres cerca, quienes en la mayoría de casos se ven obligados a cesar su trabajo de manera temporal, con el grave deterioro que implican los gastos generados por esta situación. Así, su misión se centra en ofrecer «un oasis dentro del hospital» para influir positivamente en la recuperación de los pequeños y al mismo ofrecer ayuda a las familias para que se centren en ellos y se despreocupen de todo problema logístico.

Las casas Ronald McDonald, según exponen desde la fundación, garantizan servicio las 24 horas de los 365 días del año, gracias a su equipo de gestión y de voluntariado. De hecho, su trabajo supone un ahorro de más de un millón de euros cada año en hospedaje, aparcamiento y transporte para las familias.

Todo ello no sería posible sin la colaboración desinteresada de particulares y empresas y, sobre todo, de sus socios fundadores entre los que destaca McDonalds y su asociación de franquiciados.

Al respecto, la emblemática cadena de comida rápida ha lanzado una campaña solidaria para este viernes 24 de noviembre, con motivo del McHappy Day, en la que todo lo recaudado por la venta del Big Mac (excepto impuestos incluidos) se donará a la Fundación Infantil Ronald McDonald «para seguir ayudando a mantener a familias cerca cuando el tratamiento de sus hijos está lejos».

La persona que va a abanderar esta iniciativa por toda España es el influencer valenciano Natcher, con más de 4,3 millones de seguidores en Instagram y popular por su «humor sano y familiar». Según relata a ABC el creador de contenido, que incluso trabajó en el departamento de marketing de McDonalds hace diez años, se sintió «impresionado» tras conocer de primera mano como trabajan en las casas para ayudar a las familias.

«En un mundo donde nos centramos en nuestras cosas y no vemos más allá, cuando descubres lo que se hace aquí por otras personas que están sufriendo, te hace reflexionar y valorar su labor extraordinaria», asevera. En cuanto al éxito de sus vídeos y la capacidad que tienen para ayudar a sus seguidores a distraerse de sus problemas, subraya que «es lo que más le motiva», porque «le ayuda a continuar, sobre todo en los días malos».

Después de la experiencia vivida, Natcher considera que para fomentar y concienciar sobre la función que realiza la Casa Ronald McDonald es «clave» que a través de las redes sociales «la gente sepa cómo pueda ayudar y qué se hace aquí realmente». «La campaña del McHappy Day es espectacular y no todo el mundo se atrevería a hacer algo así», concluye.