Detenido un fugitivo en Calpe al que buscaban seis juzgados por estafas en la venta de casas de lujo

Las investigaciones que llevaron a la detención del fugado, tuvieron su origen en el mes de septiembre de 2019, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento que una mujer había sido víctima de un delito en la localidad de Calpe, donde un posible testigo huyó del lugar, no auxiliando a la víctima ni comunicando los hechos delictivos.

Una vez analizada toda la información obtenida, el Área de Investigación del Puesto Principal de Calpe, con la finalidad de esclarecer los hechos denunciados por la mujer y de dar con la identificación del testigo que pudiese aportar más datos y las circunstancias de los hechos investigados, dio inicio a operación Kerma.

En una primera fase de la operación, los agentes lograron identificar al testigo de los hechos, se trataba de un varón de nacionalidad eslovaca de 49 años de edad, al cual le constaban seis requisitorias judiciales en vigor de búsqueda, detención e ingreso en prisión por diversos hechos relacionados con los delitos de estafa y apropiación indebida. Uno de estos señalamientos dimanante de la Audiencia Provincial de Alicante.

Una vez identificado el testigo y el motivo por el que huyó del lugar sin prestar la ayuda a la víctima, solo quedaba su localización y detención. Primeramente, los investigadores debían localizar la vivienda donde se alojaba el prófugo, ya que en las bases de datos oficiales no constaba ninguna dirección fiable de este. Tras un arduo trabajo de investigación, los agentes lograron relacionarlo con un domicilio de la localidad de Calpe.

En la madrugada del día 25 de septiembre del presente año, y tras un permanente dispositivo de vigilancia en el domicilio citado, se procedió a la explotación de la operación. Próximo a la zona del domicilio, los investigadores localizaron a un hombre que circulaba con una motocicleta de gran cilindrada con un casco integral que dificultaba su reconocimiento facial, además los agentes se percataron que el mismo adoptaba medidas de seguridad y de contra vigilancia, por lo que decidieron identificarlo.

Una vez fue identificado, comprobaron que se trataba del hombre buscado y procedieron in situ a su detención. A los agentes les llamó la atención que el detenido hablaba seis idiomas y se caracterizaba por su «locuacidad y don de gentes». Los investigadores pudieron comprobar que el hombre con su palabrería se había ganado la confianza de sus víctimas, apropiándose de forma ilícita de altas cantidades económicas que las víctimas le habían entregado por el pago de supuestos servicios en el ámbito inmobiliario de lujo. Los agentes se encontraban ante el prototipo de un «ladrón de guante blanco».