Visitar Tabarca Un oasis al alcance de todos

La pesca fue durante muchos años el principal motor económico para los habitantes de la isla. Ahora lo es el turismo, ya que durante los meses estivales registra más de 3.000 visitas diarias. Una de las razones es su inmejorable patrimonio histórico: las murallas que rodean su núcleo urbano junto con las tres puertas que daban acceso al poblado han sido declaradas Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural. En concreto, se trata de la Puerta de San Rafael, situada al este, que servía de vía de comunicación entre el pueblo y el campo, donde actualmente se halla el puerto; la de San Gabriel, al oeste, que da paso a la antigua cantera donde se extrajo la piedra para realizar las construcciones del municipio y, finalmente, la Puerta de San Miguel, la menor, que se abre a una pequeña cala en la que antaño se encontraba el puerto.

El visitante no puede dejar de visitar la Iglesia de San Pedro y San Pablo, bendecida en 1770, y la Casa del Gobernador, una edificación de dos plantas y cubierta a cuatro aguas. En la actualidad está totalmente restaurada y alberga un hotel.

Los más valientes pueden recorrer en una embarcación la «Cueva del Llop Marí», una gruta de unos 100 metros de longitud donde penetra el agua de mar y que, según la leyenda, es el refugio de un horrible monstruo marino.