En vísperas de la aprobación de la desescalada de las restricciones a partir de la próxima semana, que incluirán el levantamiento del toque de queda y la reapertura del ocio nocturno en la Comunidad Valenciana, el presidente de la Generalitat ha terciado en el debate sobre la necesidad de comenzar a prescindir del uso obligatorio de la mascarilla en espacios suficientamente ventilados, como en el caso de las playas.
Mientras algunas autonomías como Castilla-La Mancha o Madrid ya aventura plazos para el fin del uso de la protección facial y Castilla y León reclama un acuerdo marco a nivel nacional, la Generalitat Valenciana entiende que la mascarilla dejará de ser obligatoria «más pronto que tarde» en espacios al aire libre «con brisa permanente» pero no aventura un horizonte temporal.
Al respecto, Ximo Puig ha insistido este jueves en que «quitar la mascarilla de manera generalizada provocaría una dinámica de imagen muy negativa, como si hubiera desaparecido el virus».
A día de hoy, la mascarilla continúa siendo obligatoria en las playas y espacios naturales de la Comunidad Valenciana. De hecho, en el decreto de restricciones en vigor apenas hay excepciones que liberen del empleo de la protección facial ante el coronavirus.
La Generalitat cree que hasta que no avance más el proceso de vacunación (en el entorno de mediados de julio) no se podrá abordar la posibilidad real del prescindir de las mascarillas.
Ley 2/2021, de 29 de marzo, de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus establece la obligatoriedad del uso de la mascarilla en toda España.
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