La negociación del tripartito se estanca en el número de consellerias del nuevo Gobierno, que puede subir a 15

En ambos casos se contaría Presidencia y, aunque todo sigue abierto, la fórmula de 15 se vislumbra como la más probable . El PSPV se movía inicialmente más en el sentido de los morados, pero contaban aparte Presidencia para tener la mayoría dentro del Consell. Desde Podemos señalan que su reparto no es cerrado y estarían dispuestos a debatir mientras el departamento que ostente Ximo Puig se vacíe de competencias.

La postura de Compromís es más complicada. Su objetivo claro pasa por mantener las cinco consellerias que tuvieron en la pasada legislatura. Es más, la coalición parece dispuesta a aceptar una de las exigencias más importantes de Podemos, la de tener una segunda vicepresidencia , si con ello mantienen los cinco departamentos. Aunque Compromís y PSPV no se mostraban conformes en un primer momento, las posiciones se han acercado.

La intención de los morados es que se trate de una vicepresidencia «verde» que consistiera en un área de Transición Ecológica en la que estuviera incorporada la materia energética. Otras de sus aspiraciones serían Vivienda e Infraestructuras. Pero a ello añaden la entrada en el mestizaje, si no en todos, al menos en los departamentos que consideran estratégicos. Por ejemplo, Sanidad, Educación, Hacienda o Dependencia. Y también en el sector público instrumental, donde se encuentran el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo (Evha) o la Autoridad de Transporte Metropolitano.

En todo caso, y ocurra o que ocurra, el tripartito engordará la Administración (puede que de diez a 15 consellerias) para dar cabida a todas las pretensiones de los partidos y de sus equilibrios internos.

Aparte de la arquitectura, este jueves los tres socios también terminaron de cerrar algunas cuestiones de los tres primeros ejes del pacto programático: Feminismos, Lucha contra el Cambio Climático y Transición Ecológica y Servicios Sociales (el cual resultó más conflictivo al ser un macropunto en el que se incluyen políticas en materias como Sanidad o Educación).

No se trataron en la reunión, por contra, ni el cuarto eje (Modelo productivo y Empleo) ni el quinto (Buen Gobierno) ni el sexto (Fiscalidad). Precisamente este último podría ser uno de los que más enfrentamiento genere, puesto que las pretensiones de Podemos son incluir varias tasas, como la turística, la de bebidas azucaradas, la de residuos o una sobre las viviendas vacías . En algunas cuentan con el apoyo de Compromís, pero el PSPV no está conforme con ninguna de ellas y las conversaciones se prevén arduas.

El choque entre socialistas y morados se ha dado desde un primer momento. Los primeros consideran que las propuestas de los segundos son excesivamente concretas, podrían suponer un riesgo a la hora de un cumplimiento exhaustivo y habría que estudiar más su viabilidad económica. Por este motivo, se muestran partidarios de elaborar puntos con compromisos más abstractos y realistas (algo que Podemos rechaza).

Pero las tensiones no sólo se producen con los socios sino que también son internas. En el encuentro del pasado miércoles, según fuentes presentes, se evidenciaron las ya conocidas diferencias entre Podemos y Esquerra Unida (que se presentaron a las elecciones en confluencia) a la hora de abordar el reparto de consellerias.

Los segundos, según las mismas fuentes, manifestaron que querían dirigir una conselleria, a lo que Podemos les reprochó que negociaran por su cuenta. Los morados señalan que su postura es que primero se reivindiquen conjuntamente los departamentos frente a PSPV y Compromís y que posteriormente se decida entre ellos y EU la división de cargos. De hecho, señalan que no pueden asegurar que Esquerra Unida tenga una conselleria . Algo que contrasta con la intencion de los socialistas y la coalición, que sí están dispuestos a otorgársela.

Las reuniones continuarán este viernes y el próximo domingo.