Mismos colores, nueva era

Sevilla, nuestra ciudad fetiche para las finales, y el campeón de Liga como rival, eran el cocktail perfecto para que se liara una muy grande y así fue con una primera parte de escándalo y bien dibujada por jugadores de la casa que muchas veces han sido injustamente tratados como Carlos Soler, Gayá o Jaume.

Esoterismos fuera, decían que cada veinte años el Valencia abre un ciclo de gloria. Lo fue en el 79, se repitió en el 99 y por qué no puede empezar de nuevo en 2019. Ya en verano jugaremos otra final, la Supercopa de España , podemos seguir sumando. De todo el fin de semana de celebración me quedo con la cantidad de familias que salieron a las calles de la ciudad. Esa generación que eran jóvenes en los mejores años del club, del 1999 al 2004, y que ahora rondan los 40 y tienen ya nanos pequeños. Todos esos chavales que su existencia deportiva hasta ahora pasaba sin pena ni gloria y mola mucho ver todos esos pequeños con la elástica del equipo de nuestra tierra por encima de Messis, CR y demás ínfulas creadas a través de medios de comunicación y talonarios.

Políticamente hablando se abre una etapa de cuatro años sin periodos electorales en la que los socialistas son la opción más votada en la Comunitat Valenciana por primera vez en muchas décadas. Compromís mantiene la joya de la corona , el Cap i Casal. Ciudadanos se asienta en una base electoral del 15% sin ningún tipo de sorpasso, Podemos se diluye, como su marca a nivel nacional, y los populares mejoran sus nefastos resultados de abril en cerca de dos puntos porcentuales.

En el principal partido del centro derecha valenciano se debe de abrir una etapa de reflexión. En Valencia Ciudad se ha obtenido un mejor resultado de lo que pronosticaban las encuestas. Un 21% de apoyos y ocho concejales. Perdiendo todavía dos respecto a 2015 y dejando de ser la opción más votada desde el año 1991. Pero se abre una era nueva. Sin concejales imputados, con un equipo nuevo y con cuatro años por delante para estructurar y recomponer el partido en la ciudad, tras una legislatura totalmente perdida.

Los populares deben de abrir un tiempo de reflexión, autocrítica y congresos provinciales y locales, urgente. En la provincia de Valencia solo vuelve a destacar Juan Ramón Adsuara en Alfafar, incluso mejorando resultados.