Suscribete a
ABC Premium

Joaquín Guzmán - Crítica musical

Excepcional Bruckner de Dausgaard y la Orquesta de València

«No recuerdo un pateo de agradecimiento de toda la orquesta a un director musical como el que se produjo al final de la sensacional interpretación»

Imagen de Thomas Dausgaard

Anton Bruckner no es tanto un genio en cuanto a que su arte musical generó un cambio de rumbo en la historia de la música como tampoco sucedió con Rafael de Sanzio en la pintura. Sin embargo, sí lo es a la hora de ... crear un universo musical, una forma de expresión absolutamente personal a partir de material ya existente y del que pudo echar mano. De carácter débil y sumiso, nuestro compositor no presenció nunca una interpretación orquestal de esta majestuosa sinfonía, en un ambiente musical en el que sus composiciones no era generalmente aceptadas, sino más bien todo lo contrario. Es el de Bruckner el caso prototípico de la persona retraída y con dificultades de comunicación que, sin embargo, canalizaba su fuerza a través de su arte musical, pues llama poderosamente la atención como aquel hombrecillo se convertía en un titán, erigiendo monumentos sonoros como esta Quinta Sinfonía que se le ha llamado “Sinfonía de la fe” o “gigantesca catedral sonora” ( Harry Halbreich ). De hecho Bruckner hablaba de ella como lo mejor en materia de contrapunto que había escrito y no le faltaba razón.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia