Y con esa intención, las Cortes valencianas, que no tienen competencia alguna en la materia, aprobaron ya una declaración institucional en el año 2016 para instar al Gobierno central a abrir el debate sobre el mantenimiento del horario de verano en el territorio español, debido a los diferentes beneficios económicos y sociales que podría comportar.
La apuesta del Parlamento autonómico valenciano manifestaba que el horario de verano permitiría «disfrutar de más claridad cuando acaban las obligaciones diarias» y «promueve la celebración de actividades al aire libre», pudiendo repercutir también en el incremento de las ventas por parte de pequeños y medianos comercios. Es decir, se podría disfrutar de más tiempo de ocio.
Además, el horario de verano permitiría «gastar menos dinero en consumo energético» , algo que parece de extrema importancia en los tiempos que corren, ante la escalada de los precios de la electricidad y de los combustibles, tanto en España como en el resto de Europa. «Es innegable que, en el territorio valenciano, mantener el horario de verano t endría beneficios sociales y económicos : nuestra ubicación geográfica lo demanda para aprovechar más las horas de sol por las tardes durante los días de invierno», afirmaban al respecto.
Por el momento, España continuará teniendo cambios de hora en verano y en invierno, por lo menos, hasta el 2026 , tal y como señala el BOE.
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