El CNI consideraba un error que Interior contratara a Huawei

La decisión de la Administración española, según fuentes de la máxima solvencia consultadas por ABC, estaba basada en que la tecnología china era mucho más barata que las otras que se estudiaron. Sin embargo, el Gobierno español pasó por alto –o despreció, porque al parecer fue avisado de los inconvenientes de esta opción– un problema muy sensible en el ámbito de la seguridad y la inteligencia: la compañía elegida, Huawei, está obligada por ley a informar al Gobierno chino, y es evidente que en el sistema tecnológico contratado se va a almacenar información confidencial que puede ser aprovechada por actores hostiles.

Hasta tal punto preocupaba esta elección incluso antes de formalizarse el contrato que, según ha sabido ABC, los servicios de inteligencia españoles consideraban que seguir adelante era una «metedura de pata» que podía provocar problemas, máxime cuando las relaciones entre España y Estados Unidos no pasan precisamente por su mejor momento.

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Hay que precisar, en cualquier caso, que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) no tiene esta tecnología y que toda la información de la que dispone está alojada en un sistema propio, aislado, de máxima seguridad –ni siquiera está en la nube– del que no entra ni sale nada que no quieran sus responsables.

Los daños colaterales de la decisión de Grande-Marlaska y del conjunto del Gobierno están aún por ver, pero en todo caso las que sufrirán más inconvenientes por la misma son las Fuerzas de Seguridad del Estado. La Policía y la Guardia Civil pueden encontrarse con problemas a la hora de pedir alguna información a sus colegas estadounidenses, aunque se espera que sean situaciones muy puntuales, en caso de producirse.

En el caso del CNI, no es previsible que sus relaciones con la CIA sean muy distintas a las actuales. Es decir; los servicios de inteligencia norteamericanos colaborarán con sus colegas españoles siempre que beneficie a los dos países. «Si no existe esa coincidencia de intereses, no existirá esa cooperación, como ocurre desde siempre», explican las fuentes consultadas, que añaden: «Existe un cliché aceptado por la mayoría de la sociedad según el cual la operatividad de nuestros servicios depende directamente de lo que faciliten sus colegas estadounidenses, cuando esa visión está muy alejada de la realidad». «Si ayudan en algo, es porque les interesa; y al revés, igual».

Las razones de la elección de Huawei, además de la económica, son una incógnita. No obstante, es una evidencia que esta compañía china tiene una potente capacidad de 'lobby', probablemente la más fuerte de todas las compañías de comunicación que operan en España, y que hay algunos elementos, más relacionados con la política, en los que también puede adivinarse alguna clave.

Por ejemplo, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha apostado por potenciar las relaciones de todo tipo de España con China, a pesar de ser un régimen político en el que no se respetan las libertades. Además, el actual jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, viajó a ese país en plena crisis política entre el Gobierno chino y la Administración Trump, algo de lo que esta última tomó nota. Y ya más en el terreno 'rosa', es una evidencia que Therese Jamaa, exnovia del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, fue la número dos de la compañía china en nuestro país.

En todo caso, las fuentes consultadas enmarcan también la decisión del Congreso de Estados Unidos en el papel que España jugó en la última Cumbre de la OTAN, en la que Sánchez no aceptó incrementar hasta el cinco por ciento el gasto en Defensa, como sí hicieron el resto de los socios.

Donald Trump amenazó primero con subir los aranceles a nuestro país, pero su equipo le advirtió luego de que eso no era posible hacerlo de forma separada del resto de los miembros de la Unión Europea. Ahora puede haber visto esta oportunidad, servida en bandeja por el Gobierno español, «para tocar un poco las narices», según explican las fuentes consultadas por ABC.