Ciudadanos rompe un tabú y hace bandera contra la subida de las pensiones

Ciudadanos (Cs), instalado en una persistente crisis y con pésimos presagios electorales, está inmerso en un proceso de refundación en el que se ha marcado un objetivo: decir «la verdad» sin pararse a calcular daños. No es la primera vez que el partido liberal agita con ahínco la insostenibilidad de las pensiones, pero la semana pasada, tras el alza presupuestario planteado por PSOE y Unidas Podemos, el eco de las palabras de Arrimadas traspasó las paredes del hemiciclo. «Defendemos mucho más el sistema público de pensiones que ustedes, que lo van a reventar», dijo al presidente.

Arrimadas denunció la «brecha generacional» entre jóvenes y mayores, así como la «brecha entre el sector público y privado», con un aumento del 9,5 por ciento en el salario de los funcionarios en los próximos tres años. Su intervención, muy aplaudida interna y externamente, puso el foco sobre una bandera que Cs hizo suya en el debate sobre el estado de la nación, aunque entonces no caló tanto.

Estos días, la satisfacción en Cs es máxima con la repercusión que ha tenido la pregunta de su presidenta, después de meses en los que su liderazgoha estado en entredicho por la desaparición del partido en Andalucía. Fuentes de la máxima confianza de Arrimadas, en conversación con este diario, presumen de la cantidad de mensajes y felicitaciones que recibió tras su discurso. Empresarios, periodistas, opinadores e incluso funcionarios, según estas fuentes, animaron a Cs a seguir en esa línea para atraer a otros a sus tesis.

«La intervención de Inés Arrimadas sobre la subida anunciada de pensiones y de los salarios de los funcionarios me ha parecido responsable, valiente y certera. Ojalá más políticos tuvieran esa altura de miras», escribió en Twitter Miguel Garrido, vicepresidente de la CEOE. Un apoyo en la línea de los muchos que le han dirigido en privado.

La presidenta de Cs remarcó que en los próximos PGE se va a destinar prácticamente uno de cada dos euros a pagar las pensiones, cuando en 2005 era solo uno de cada cuatro. También subrayó la notable diferencia entre el incremento de la paga a los jubilados y el sueldo de los más jóvenes.

Según los datos recopilados por Cs, entre 2008 y 2020, la pensión media subió un 40,48 por ciento con una inflación acumulada del 14,8 por ciento. Pero la cifra contrasta con el sueldo de los jóvenes en el mismo periodo, que creció un 3,86 por ciento entre los 30 y los 34 años; un 5,38 por ciento entre los 25 y los 29; y bajó un 2,77 por ciento entre los 20 y los 24.

Cs se opone a indexar las pensiones al IPC –«una locura»– y propone un pacto de rentas que las incluya; sustituir el mecanismo de equidad intergerenacional por uno que las vincule a la revalorización de los salarios de los jóvenes; y subir las pagas a jubilados de forma progresiva y no homogénea. «Si España fuese una película, se titularía 'No es país para jóvenes'», se lamentaba la semana pasada un diputado. Arrimadas, el jueves pasado, reconocía que este es «un debate incómodo», pero llamaba a «ser valiente»: «El PP y el PSOE tienen el mismo modelo para las pensiones: cavar, cavar y cavar».

El pasado lunes fue ella, y no Edmundo Bal, quien ofreció la rueda de prensa semanal tras la reunión del Comité Permanente de Cs. De nuevo, las pensiones coparon gran parte de su intervención. «El PP va a apoyar a Sánchez en esta política kamikaze», criticó, consciente de que ha abierto un melón molesto para el bipartidismo.