Inés Arrimadas impulsará el lunes en la ejecutiva de Ciudadanos una Asamblea General extraordinaria

La idea de convocar la VI Asamblea General ya barruntaba en la mente de Arrimadas desde el batacazo en Andalucía, cuando Cs desapareció del Parlamento regional tras haber gobernado en coalición con el PP de Juanma Moreno, que se hizo con la mayoría absoluta en las urnas. Hasta ahora, aunque había repetido por activa y por pasiva que «todo», incluido su liderazgo, sería refrendado por las bases, había evitado concretar si el mecanismo para hacerlo sería un congreso extraordinario, como habían solicitado alcaldes de la formación, el exvicepresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio Aguado o, más recientemente, un nuevo sector crítico bautizado como Somos Cs.

Arrimadas toma la iniciativa para salir al paso de las voces internas que la acusaban de aferrarse al cargo. Aunque distintos críticos reclamaban que la Asamblea General se celebrase cuanto antes, incluso en septiembre, aún está por definir el calendario exacto. La voluntad de la líder de Cs es esperar a que esté completada la refundación y, si se cumplen los plazos a los que se comprometió en julio, en una entrevista con este diario, esto llevaría la convocatoria del congreso a los meses de diciembre o enero, aproximadamente. Los hitos de la refundación se concretarán «en los próximos días», confirmó esta semana en ABC el nuevo portavoz de Cs en el Parlamento Europeo, Adrián Vázquez.

Noticia Relacionada

Ciudadanos planta cara a los radicales en Alsasua a 24 horas de su «ceremonia asquerosa»

Miriam Villamediana

Inés Arrimadas ha encabezado una concentración en apoyo a la Guardia Civil un día antes de que los radicales pidan su expulsión en el 'Ospa Eguna'

Una vez concluya la refundación, pues, se abrirá el proceso de la que será la VI Asamblea General de Cs. La V, también extraordinaria, se convocó tras la dimisión de Albert Rivera al caer el 10-N del 2019 de 57 a diez escaños en el Congreso de los Diputados. Entonces se enfrentaron en primarias Inés Arrimadas y Francisco Igea, imponiéndose la primera con claridad. En su mandato, Arrimadas ha afrontado diversas crisis por sucesivos naufragios electorales, aunque la peor fue la que siguió a la fallida moción de censura en la Región de Murcia, cuando Fran Hervías dio el salto de Cs al PP y arrancó la conocida 'opa hostil' de Génova sobre Cs.

Antes de la celebración de la Asamblea General, donde se revisan los estatutos, la estrategia y el ideario del partido, deben celebrarse primarias en las que se renueva el liderazgo y la ejecutiva de la formación. Arrimadas tendrá que decidir si pelea por revalidar su puesto y se presenta junto a un nuevo Comité Ejecutivo o si da un paso a un lado para que sean otros quienes pugnan por su sucesión.

Cs ha arrancado el curso político con movimiento, decidido a dar la última batalla para evitar su desaparición. Este jueves hizo pública su dimisión como secretario de Organización Borja González, con una carta acrítica en la que reivindicaba su trabajo en los difíciles dos años y medio en los que ha desempeñado el puesto. Arrimadas ha decidido que su sucesor sea el navarro Carlos Pérez-Nievas, quien precisamente era uno de sus acompañantes este viernes en Alsasua, adonde ha acudido Cs para denunciar las afrentas a la Guardia Civil en esa localidad.

Arrimadas anunció la refundación de Cs tras la debacle andaluza, pero la ambigüedad al concretar cómo se completaría el proceso le costó desde el principio descrédito interno entre sectores críticos que consideraban que se trataba, tan solo, de una operación cosmética. El lunes zanjará el debate y oficializará la próxima Asamblea General, aunque está por ver si es suficiente para los más descontentos con su liderazgo, que llevan desde junio exigiendo una convocatoria inmediata.