Una célula usaba la aplicación de citas Grindr para drogar, robar y violar a sus víctimas
Vinieron expresamente de Colombia para la campaña de robos y se les imputan ocho delitos en menos de tres semanas
Narcotizaban a hombres con los que habían quedado y se gastaron más de 15.000 euros con sus tarjetas
Llegaron el día 3 de febrero en un vuelo procedente de Colombia y comenzaron su campaña. Quedaban con hombres a través de la aplicación de citas Grindr (también usaron Tinder), el primer paso para desvalijarlos. Agentes de la comisaría de Hortaleza (Madrid) de la Policía Nacional han detenido a cuatro individuos por estos hechos y han recuperado joyas, ropa y dispositivos electrónicos de alta gama. Han logrado esclarecer ocho delitos, pero están convencidos de que hay más víctimas en Madrid y puede que en otras provincias.
Tras concretar la cita uno o dos colombianos se presentaban en la casa del contacto con el que habían quedado, pertrechados de cervezas. Una breve conversación para entrar en calor y después el ofrecimiento de la bebida en la que habían introducido estupefacientes o hipnóticos (tenían en su poder un centenar de medicamentos de distintos tipos). Cuando la víctima estaba ya narcotizada desvalijaban la vivienda: ordenadores, Iphone, tabletas y ropa cara eran sus objetos favoritos. En algunos casos lograban con la voluntad semianulada del dueño que este les diera el pin de su tarjeta de crédito.
La investigación empezó el 13 de febrero cuando un hombre denunció en la comisaría que lo habían sedado y le habían robado. Al autor lo había conocido en Grindr. No solo le había quitado todo, sino que lo había agredido sexualmente y había hecho compras con su tarjeta. Al día siguiente se presentó otra denuncia similar.
Cinco días después, los agentes de Hortaleza, en una investigación exprés, detuvieron a tres colombianos, alojados en un piso turístico con documentación falsa. El día 20 se arrestó al cuarto que vivía en La Coruña, llevaba medio año en España y había iniciado los trámites en Extranjería para legalizar su situación. El juez los puso en libertad a todos, salvo a este último, presunto autor de la agresión sexual denunciada para quien ordenó prisión.
Nada más quedar en libertad, sus compinches intentaron huir a su país. Los agentes habían descubierto ya más hechos delictivos por lo que volvieron a detener a dos miembros de la célula en el aeropuerto de Barajas a punto de embarcar. El tercero no lo intentó porque tenía una prohibición de salida de España con retirada de pasaporte por el mismo tipo de robos cometidos en mayo del año pasado.
«Era reincidente y sabía que no podía salir», explican los investigadores, convencidos de que faltan más víctimas. «Creemos que algunos pueden no haber denunciado por vergüenza o por otras razones».
En menos de dos semanas, la célula compró objetos por valor de 15.000 euros con las tarjetas de los hombres desvalijados. Otro varón denunció haber sufrido también una agresión sexual por parte de uno de ellos. Igual que en el primer caso sometieron su voluntad a base de drogas o medicamentos. Los agentes están cotejando las bases de datos en busca de otras víctimas. El perfil, de todo tipo, pero siempre hombres y usuarios de aplicaciones de citas.
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