«Un presidente reforzado»

Por su parte, Albert Ferrer, que se presentó como el continuador de Laporta, comentó que «Rosell tiene toda la legitimidad para sacar adelante su proyecto», si bien añadió que sigue teniendo «el mismo miedo que antes a lo que pueda hacer el señor Rosell al frente del club». Finalmente, Agustí Benedito, que consiguió colarse en los comicios siendo el candidato con menos apoyos de partida, pidió que al ganador «se le deje trabajar, por su bien y por el bien del club». Benedito valoró sus propios resultados: «Es una propuesta diferente y la gente la ha valorado con mucho interés. Estamos contentos porque hemos recibido el apoyo de un número altísimo de barcelonistas. Esta experiencia, no tiene precio».

Tras su espectacular victoria en las elecciones del Barça, Rosell compareció exultante, en una escena que recordó a la posterior a la victoria de Laporta en 2003, entonces con su amigo del alma como vicepresidente.