Junts recorta distancias con ERC, que mantiene la opción del tripartito de izquierdas

Las últimas proyecciones para el 14-F (fecha que podría moverse según evolucione la pandemia en las próximas semanas) señala un participación a la baja -de menos del 70%, algo inaudito desde el incicio del ciclo soberanista- y un cierto deterioro de las posiciones de ERC, aunque los de Oriol Junqueras serían la fuerza más votada con 35 diputados. Por detrás de los republicanos, Junts gana poco a poco impulso. Así, los de Laura Borràs serían la segunda fuerza más votada con 30-32 diputados, dos más de los que les otorgaba la anterior oleada del CEO. El cuadro independentista, que sumaría hasta 77 de los 135 escaños del Parlament, lo completaría la CUP , que duplicaría resultados con 8-9 escaños y el PDECat , que podría entrar con un diputado, todo según este sondeo realizado con 1.500 entrevistas telefónicas entre el 25 de noviembre y el 7 de diciembre.

Si no se repite la actual fórmula 'indepe' Junts-ERC, la otra opción de gobierno de los republicanos sería apostar por un nuevo tripartito de izquierdas -esquema que ya gobernó la Generalitat entre 2003 y 2010-. Para ello deberían sumar sus votos a los del PSC , que va ganando fuerza conforme se acerca la campaña y ahora podría obtener hasta 25 diputados, y a los de los comunes de Ada Colau , que se mantienen con 7-9 escaños y experimentan un ligero aumento en intención de voto. Esta opción sumaría hoy 69 diputados (la mayoría es de 68) y, aunque Esquerra ha dicho insistentemente que siempre priorizará un gobierno de monocolor independentista, Junts no dudará en enarbolar esta posibilidad para deteriorar la credibidad de los republicanos ante el electorado soberanista.

En el ámbito del constitucionalismo, las elecciones del 14-F dibujarían una cierta 'vuelta a la normalidad' previa a la aceleración del «procés», pero con una salvedad, la llegada de Vox al Parlament , donde los de Santiago Abascal entrarían con 4-6 escaños. La encuesta del Govern también confirma, de nuevo, el descalabro de Ciudadanos , que pasaría de los 36 escaños actuales a 14-16. Por otra parte, parece confirmado el crecimiento del PP (que pasaría de cuatro a 7-9 diputados) y la inercia positiva de los socialistas de Miquel Iceta , que capitalizarían la caída del partido de Inés Arrimadas y sumarían hasta ocho escaños en comparación con los comicios del 21-D de 2017.

Además de esbozar el panorama electoral, la encuesta del CEO también ofrece las «notas» que los ciudadanos dan a los principales dirigentes catalanes. En estos momentos, Pere Aragonès, candidato de ERC y vicepresidente en funciones de presidente, es el político mejor valorado, con un 5,2. El resto de dirigentes suspenden, pero son los cabezas de cartel de Ciudadanos, PP y Vox los que obtienen peor nota. Cabe señalar que el aprobado de Aragonès no evita que los catalanes suspendan la gestión del Govern tras diez meses de pandemia: le ponen una nota media de un cuatro.

El sondeo también muestra como la sociedad catalana sigue profundamente dividida en lo relativo a la independencia de Cataluña. Tanto el «Sí» como el «No» a la secesión siguen dibujando bloques casi simétricos y muy estancos. Así, el sondeo afirma que el 49,9% de los catalanes son ahora contrarios a la secesión de la comunidad, cinco puntos por encima de los partidarios de la separación, que ahora suman el 45,1% de los entrevistados. Además, ambos bloques reducen distancias con respecto al barómetro de noviembre, cuando los contrarios a la independencia sumaron un 49% y los partidarios, un 43,6%.