La Monumental, llena de fieles para ver al Papa en una pantalla gigante
Cada movimiento de Su Santidad es recibido con aplausos, gritos de «Se nota, se siente, el Papa está presente» o con palmas aflamencadas.
La plaza de toros de la Monumental, a reventar. Pocos podrían imaginar que este coso tiene sus días contados, pues centenares de fieles la llenan para ver el paso del Santo Padre por las calles de Barcelona en una pantalla gigante ubicada en la arena.
Cada movimiento de Su Santidad es recibido con aplausos, gritos de “Se nota, se siente, el Papa está presente” o con palmas aflamencadas. Los fieles han comenzado entrar en la plaza dos horas antes de del comienzo de los actos oficiales.
El lleno es casi total. Banderas blancas y amarillas, junto a la enseña española, adornan un coso que, en base a una ley aprobada en julio por el Parlament, ya no celebrará corridas de toros a partir de 2012, pues estas han quedado prohibidas en una de las iniciativas más polémicas y, para algunos, más identitarias que se han producido en esta legislatura.
Pero hoy, poco nacionalismo se respira en la plaza, a excepción de algunas que otra “senyera” catalana. Centenares de personas han ocupado los asientos siguiendo las instrucciones de los 125 voluntarios del Arzobispado distribuidos por la plaza, que a duras penas han podido controlar la riada de entusiastas del Papa.
Los libros donde se explican los actos de Su Santidad se han agotado y encontrar un sitio desde donde ver la pantalla es cada vez más difícil. Pancartas con las frases “Santo Padre, Barcelona te espera siempre” adornan las gradas. Incluso las que tienen poca visibilidad para seguir las imágenes, están ocupadas.
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