El Macba se reinventa como museo accesible para reivindicar su colección

«La colección se muestra desde la idea de tensión», destaca el director del museo, Ferran Barenblit, sobre un nuevo recorrido «más histórico y accesible» que arranca en 1929, año de la Exposición Universal y del pabellón Mies van der Rohe, y llega hasta nuestros días a través de 194 obras de arte y más de un centenar de documentos. Por el camino, piezas de Calder, Miró, Tàpies, Basquiat, Boltanski, Pettibon refuerzan la idea de que lo que busca el museo, como destaca Barenblit, es «generar una reacción emocional» en el visitante. De ahí también el título bajo el que se agrupa ahora esta nueva manera de mostrar la colección permanente, ese «Un siglo breve» que toma su nombre del concepto que Eric Hobsbawn desarrolló para bautizar un periodo marcado por la velocidad e intensidad de los cambios.

Con la nueva disposición de la colección, el Macba despliega sus fondos alrededor de dos momentos clave: las protestas sociales de 1968 y la muerte de Franco, en 1975. «No es una selección de las obras más impactantes de la colección, sino una visión de presentación que se desarrollará a lo largo del tiempo, una forma de tratar las limitaciones del espacio», destaca la conservadora Tanya Barson sobre un recorrido expositivo que avanza a través de Miralda o Juan Muñoz, cuya instalación «The nature of visual illusion» se expone en solitario en una sala propia. También se podrán ver nueve de las adquisiciones más recientes del museo, obras que nunca antes se habían expuesto y piezas que llevaban décadas sin presentarse ante el público, como ocurre con una de Boltanski.