Critican la permisividad de Colau tras el incendio en el local municipal «okupado» de Barcelona

A nivel político, el Ayuntamiento fue de los primeros en condenar la posible provocación del fuego. El teniente de alcalde Jaume Asens se mostró convencido de que el caso podía deberse a un "ataque grave de odio por motivos políticos" y aseguró, tras recordar que la finca había vivido en los últimos meses otros diez ataques, que hay precedentes de ataques con "aparentemente contenido fascista o de ultraderecha".

Para argumentar sus palabras, Asens detalló que el fuego había sido “violento, con muchas llamas que salían desde la fachada" . Por ese motivo, el Ayuntamiento, propietario del inmueble, ha anunciado que pondrá una denuncia para determinar las causas y descubrir los más que posibles autores del fuego.

También el PP condenó la presunta acción de los ultras, aunque también rechaza la actuación "de los okupas de la CUP". Su líder, Alberto Fernández, que había denunciado recientemente la permisividad del gobierno de Ada Colau con locales como el incendiado ayer , criticó que "se haya permitido la ocupación ilegal de esas viviendas municipales durante años , incluso pagando la rehabilitación de estas para que los okupas tuvieran mejores condiciones para darle uso".

Desde Ciudadanos, por su parte, prefirieron no valorar los hechos hasta que no se confirmen las causas de fuego. Por otro lado, la organización juvenil Arran, la CUP y la concejal del partido en el Ayuntamiento Eulàlia Reguant mostraron su apoyo al Ateneu Sarrià , que se reunía en el local siniestrado, ante lo que consideran como un "ataque fascista".

Por la tarde, centenares de vecinos del barrio se manifestaron contra el incendio. Unas 500 personas, según la Guardia Urbana, salieron a la calle tras el llamamiento del Ateneu y de los CDR. Los concentrados intentaron cortar el tráfico de la Vía Augusta , para continuar en dirección a la plaza Artós, lugar donde suelen concentrarse los grupos ultraderechistas.

El informe preliminar de los Bomberos de Barcelona ha certificado que el incendio ha causado daños importantes a la estructura del edificio y, probablemente, se tendrá que derribar , a la espera del informe definitivo, según han avanzado fuentes municipales.

La policía científica estuvo ayer haciendo comprobaciones en el inmueble, situado en el número 29 de la calle Hort de la Vila, y consideraron en un primer momento que el fuego podía haber sido provocado. La infestigación sigue abierta.