Esta es la respuesta que el gobierno de Colau ha dado a una petición del grupo municipal del PP, que había solicitado que el Ayuntamiento garantizara que en los actos oficiales de la Diada «no se coloque ninguna bandera independentista y, en su caso, ordene su retirada».
El gobierno municipal entiende que «los ciudadanos celebran en el mismo monumento una diversidad de actos, manteniendo un diálogo simbólico con el monumento que expresa la riqueza de opiniones de la ciudadanía. Por tanto no hay ningún motivo para impedir este diálogo y los símbolos que lo expresan, siempre y cuando se manifieste pacíficamente».
El presidente del grupo popular, Alberto Fernández, cree que la respuesta «demuestra el giro independentista de Colau» y lamenta que la alcaldesa no debería permitir que la estelada presida actos institucionales, que cuelgue del consistorio o «consentir que el pleno se realizara con la presencia de una estelada en 2015».
Los concejales del PP avisan de que no participarán en actos institucionales en los que se exalte el independentismo y la confrontación.
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