Según fuentes policiales consultadas por Europa ... Press, los agentes no percibieron en la visita del 31 de diciembre ningún tipo de olor ni vieron ningún indicio que hiciera sospechar a los agentes de la presencia del cadáver del niño.
La investigación de Mossos apunta a que la familia comía y dormía en la misma habitación en la que estaba el cadáver y, según otras fuentes, el padre hacía creer al resto de la familia de que el menor no estaba muerto.
Las primeras hipótesis apuntan a que el niño pudo haber muerto por una enfermedad sin que los padres lo llevasen al médico puesto que no creen en la medicina convencional.
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