Malestar en la comunidad judía ante las nuevas ofensas del conseller

Ventura ya manifestó en días pasados su profundo desacuerdo con el papel que estaba jugando el Gobierno de España en relación al conflicto en Gaza, lamentando que el de Rodríguez Zapatero sea el ejecutivo más claramente ant israelí de Europa. Carlos Shorr, de la Fundación Baruch Spinoza, lamentó por su parte que la prensa española adopte una actitud para nada ecuánime a la hora de interpretar el conflicto, «haciéndose eco de la estrategia de propaganada de la organización Hamas». En relación a la suspensión de un acto del programa en recuerdo a las víctimas del Holocausto, el Centro Israelita de Barcelona (CIB) se apunto que se prefiere esperar a que la agenda se haga oficial para pronunciarse.

Por otra parte, desde el Ayuntamiento de Barcelona se subrayó que el Consistorio siempre ha mantenido una postura de colaboración y entendimiento con la comunidad judía, del mismo modo que lo hace con otros grupos. Desde la administración local se recordó por ejemplo la participación municipal en los actos del Día Europeo de la Cultura Judía -el primer domingo de septiembre-, la inclusión de Barcelona en la Red de Juderías de España, la colaboración con el Festival de Cine Judío, la apertura del Centro de Interpretación del Call, o, sin ir más lejos, el seminiario sobre necrópolis judías celebrado ayer y organizado por el Museo de Historia de la Ciudad.

Por su parte, el embajador de Israel en España, Raphael Schutz, desveló ayer en declaraciones a TV3 que cuando se celebró la manifestación en Barcelona en protesta por el ataque de Israel a Gaza un «alto funcionario del Govern» le aseguró que Joan Saura, que participó en ella, no representaba al Govern. El embajador, no obstante, no quiso confirmar ni desmentir si fue el vicepresidente del Govern, Josep Lluís Carod-Rovira, quien le llamó. Al parecer, Carod podría haber garantizado a Shutz que el Govern mantendrá las relaciones con Israel.