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«Codesvergüenza» en la Edad del Fango

Con la catástrofe de la DANA, el Número Uno del embeleco y el enredo ha vuelto por los fueros de la «cogobernanza»

Artículos escritos por Sergi Doria en ABC

Sánchez, en una comparecencia con motivo de la DANA efe
Sergi Doria

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Una de las habilidades que hace de Pedro Sánchez el Número Uno del embeleco es acuñar conceptos para camuflar sus enredos. Cuando la pandemia puso en circulación la «cogobernanza»: el Estado compuesto delega en las autonomías la gestión de cada territorio. En aquel momento ... Cataluña estaba «gobernada» por Quim Torra, un fanático supremacista al que Sánchez situaba muy cerquita de Le Pen. A la tropa del fanático cualquier ayuda del Estado «represor» -veníamos de las sentencias del proceso separatista- le producía alergia. Cuando la UME se ofreció para montar hospitales de campaña y limpiar residencias de ancianos, la consejera de Sanidad, Alba Vergès, espetó insultante «¿qué ejército es este?» y retrasó la vacunación de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Otro de la tropa, el consejero de Interior Miquel Buch, en un brote de conspiranoia aguda, interpretó el millón setecientas catorce mil mascarillas que el Gobierno enviaba a Cataluña como una «simbólica» y «nefasta» alusión a 1714, el año de la rendición de la Barcelona austracista ante las tropas borbónicas: «Con la historia de los catalanes no se juega, sean del partido que sean. Es nuestra historia y no se puede jugar con ella», rugió ante el estupor de la audiencia para concluir su pintoresca comparecencia asegurando que «no permitirían» que la próxima entrega de mascarillas o test «tenga que ver con 1939», el año de la derrota republicana. Con elementos así, no es extraño que Sánchez llamara «cogobernanza» a lo que era «codesvergüenza»; esto es, disimular el Estado, escaquearse para evitar malos rollos con quienes los estaban buscando -el PSOE había apoyado el 155- y dejar a la ciudadanía de Cataluña en manos de iluminados e inútiles.

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