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Anatomía de Koldo

La primera tentación la tenemos todos. Que alguien se ocupe de los asuntos que nos desagradan. Que alguien nos solucione los problemas menores para que nosotros podamos centrarnos en lo que hacemos bien, en lo que importa

Artículos de Salvador Sostres en ABC

Koldo García, a la salida de la Audiencia Nacional jiame garcía
Salvador Sostres

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Koldo y Ábalos no son una trama política urdida para robar. No son una engrasada maquinaria. Son el fin de trayecto de una manera de estar y de ser muy arraigada en la vida pública española. Y no sólo española.

La primera tentación la ... tenemos todos. Que alguien se ocupe de los asuntos que nos desagradan. Que alguien nos solucione los problemas menores para que nosotros podamos centrarnos en lo que hacemos bien, en lo que importa. Ésta fue la tentación de Pedro Sánchez –la tentación que todos hemos tenido– y así se fundó el caso Koldo. Pensó: «que de estas cosas se ocupe José Luis», y José Luis hizo lo mismo con Koldo. El sueño de todos concretado: delegar rugosidades, lo cargante, lo que nos parece pequeño y nos quita el tiempo, y la paciencia, y nos crea angustia porque no lo entendemos ni sabemos cómo resolverlo. Luis del Olmo tuvo la misma tentación y acabó arruinado, y el que de todo se ocupaba, todo se lo llevó.

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