Segundo falso aviso de bomba en la estación de plaza Cataluña en 24 horas
BARCELONA
Una trabajadora alertó a los Mossos d'Esquadra tras divisar unos cables sospechosos en una papelera. El Tedax de los Mossos comprueba que se trata de una alarma de patinete que no conlleva ningún riesgo
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Barcelona
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Iniciar sesiónDos falsas amenazas de bomba han obligado a desalojar la estación de plaza Cataluña en Barcelona en las últimas 24 horas. Este martes por la tarde ha sido una empleada de Rodalies la que ha alertado a emergencias tras detectar unos cables ... sospechosos en una papelera. La trabajadora también ha referido oír una especie de reloj. Finalmente, según han indicado los Mossos d'Esquadra, se trataba de un sistema de alarma antirrobo, que se emplea habitualmente en patinetes.
Ante la alarma por el artefacto sospechoso, la Policía catalana ha ordenado evacuar la estación, aunque los trenes han seguido circulando, eso sí, saltándose la parada. Ha ocurrido sobre las seis de la tarde. En la zona se ha desplegado un amplio dispositivo de agentes de la Policía catalana, la Guardia Urbana y también bomberos y vigilantes del suburbano.
Los transeúntes, en su mayoría turistas, preguntaban a los uniformados por el cierre de la estación, pero la alerta no ha interrumpido su recorrido por el centro de la capital catalana. Poco después, han sido los Tedax de la Policía catalana quienes han verificado que se trataba de una falsa alarma, y que el objeto que alguien había depositado en la papelera no conllevaba ningún tipo de riesgo.
Un binomio de los artificieros ha empleado un robot para descartar que el objeto sospechoso fuese un explosivo y, pasadas las 19:15, ha reabierto la estación, de donde se han retirado los efectivos de seguridad, y también se ha recuperado la circulación de vehículos por los alrededores de plaza Cataluña, hasta entonces interrumpida.
Este lunes ocurrió algo similar. Sobre las cinco de la tarde los Mossos recibieron una alerta por un posible artefacto en el mismo lugar. El aviso obligó a desalojar el zona y a interrumpir la circulación de tres líneas de Rodalies. Poco después, la Policía verificó que se trataba de una falsa alarma. Ahora los Mossos han abierto una investigación y tratan de localizar a la persona que dejó el dispositivo en la estación.
Protocolo
«El lunes fue una llamada la que alertó de un posible artefacto en un convoy en ruta», ha explicado a este diario el inspector Antoni Maldonado, jefe operativo de la región de Barcelona durante el incidente. Con los datos que dio el interlocutor, los agentes identificaron el tren, mientras el servicio de información trataba de valorar el grado de fiabilidad del aviso.
Mientras no llega el análisis, los Mossos activan el protocolo, en función de la alerta. Es decir, tamaño y localización del posible explosivo. En ocasiones, son agentes de paisano los que verifican que se trata de una falsa alarma, «porque de entrada le damos ya una fiabilidad muy baja», precisa el mando. En otras, como el martes, llega el despliegue y la evacuación del lugar.
«Fue un dispositivo de término medio, con uniformados pero sin crear una situación de alarma y caos, sino una manera controlada para hacer una comprobación visual». Fue una empleada de limpieza la que escuchó el ruido de un reloj en una papelera que iba a vaciar, y de la que, además, salían varios cables. Ésta alertó a los vigilantes de seguridad que, a su vez, hicieron lo propio con la Policía catalana.
«La primera actuación la llevó a cabo la seguridad privada, que intentó perimetrar la zona, y los operadores ferroviarios decidieron parar la circulación», explica el inspector. A su llegada, los agentes confirmaron el perímetro y, al haberse localizado el objeto en una zona con videovigilancia, revisaron las imágenes de la zona.
Al mismo tiempo, los perros de la unidad canina descartaron la presencia de explosivos en el objeto sospechoso. Aún así, para cerciorarse, los Tedax lo comprobaron con el robot. El cálculo de las dimensiones del paquete y su posible alcance permitió a la Policía autorizar la circulación de trenes, eso sí, sin parar en la estación afectada.
La hipótesis de los investigadores es que la persona que dejó allí el sistema antirrobo había sustraído un patinete y por eso abandonó en la papelera la alarma, por lo que la falsa amenaza no habría sido intencionada. Ahora investigan si existe relación o no con el primer aviso, al haberse producido la alarma casi a la misma hora.
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