Giró se querella contra Fernández Díaz y Cospedal por la operación Cataluña

Ahora Giró acusa a los exministros del PP de revelación de secretos, malversación de caudales públicos y pertenencia a organización criminal. La querella, consultada por ABC, también se dirige contra el excomisario José Manuel Villarejo y el que fuera secretario de Estado de Seguridad entre 2013 y 2016, Francisco Martínez.

El exconsejero sostiene que varios mandos del Cuerpo Nacional de Policía, así como dirigentes del PP, entonces en el Gobierno, se concertaron para elaborar un plan contra el independentismo. Una estrategia que consistió en «obtener información y/o confeccionar pruebas falsas que sirvieran para intimidar, investigar, perjudicar y desprestigiar» a personas que se consideraban cercanas a dicho movimiento. Entre éstos, los expresidentes Jordi Pujol y Artur Mas, el exalcalde de Barcelona Xavier Trias y él mismo.

Para afirmarlo, la querella recoge unos audios entre Villarejo y la entonces líder de los populares en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, en los que ésta le facilitó una «lista negra» de personas que debían ser investigadas y «perseguidas policialmente». Unos audios que publicó el digital 'El Món' y que fueron objeto de una demanda contra ambos interlocutores, que Giró formalizó el pasado junio ante la Fiscalía Superior de Cataluña.

Al dirigirse contra aforados -Camacho- y no aforados -Villarejo-, la querella acabó en la Fiscalía del Tribunal Supremo, que la archivó sin practicar ninguna diligencia. El mismo tribunal también desestimo la queja de la familia Sumarroca por los mismos hechos, al entender que estos ya eran objeto de investigación en la Audiencia Nacional -operación Tándem-.

También acabó archivada la querella que Rosell presentó contra Villarejo y mandos policiales por fabricar pruebas falsas contra él. Pero, pese al carpetazo de la Audiencia Nacional, la pasada semana un juzgado de Madrid, el de Instrucción 13, la admitió a trámite para investigar así la operación Cataluña. Un espaldarazo que ahora aprovecha Giró para hacer lo propio, también ante los juzgados de la capital.

Aunque en esta ocasión, a diferencia de la demanda del pasado verano, el exconsejero de la Generalitat excluye a Sánchez-Camacho de entre los querellados porque «considera más prudente» realizar primero otras diligencias de investigación, en particular, «oír en declaración al comisario Villarejo a fin de que, en sede judicial, confirme (o amplíe) las manifestaciones incriminatorias».

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Entre los audios, los que captan como la popular trasladó al comisario: «A Jaume Giró, a Enrique Lacalle y al de Sumarroca, a estos tres, hay que investigarlos, pero ya». «Jaume Giró...me suena mucho», le contestó Villarejo, a lo que ésta le contó: «Trabaja en La Caixa y es íntimo amigo de Pepe Antich -hasta 2013, director de 'La Vanguardia'-».

Por este motivo, la defensa del exconsejero, que ejerce el despacho Molins, argumenta que cuando se produjo esta conversación, Giró no se había pasado a la política, sino que su actividad se desarrollaba en el sector privado: era director general adjunto de La Caixa. Sostiene además que tanto la grabación de la charla, como los extractos de las agendas de Villarejo, «ponen de manifiesto que altos mandos policiales, y cargos del Gobierno español, conocían la operación Cataluña».

Apunta así la querella que dicha trama se «orquestó desde la cúpula del Partido Popular y del Gobierno, a quienes Villarejo reportaba sobre el avance o no de las investigaciones prospectivas que habían iniciado». Así se desprende, reza el texto, de las conversaciones que el excomisario mantuvo con Francisco Martínez, Cospedal, Fernández Díaz y el entonces número uno del CNP, Eugenio Pino.

Por todo ello, desde el bufete Molins sostienen que es «absolutamente impropio de un Estado democrático que la Policía investigue a determinadas personas por su ideología y que lo haga siguiendo las directrices de dirigentes de otras fuerzas políticas». En la queja también reprochan la «clara connivencia de altos cargos del PP con estos hechos». En concreto, «que desde el Ministerio del Interior se pusiera en marcha un plan para desacreditar a los líderes catalanes, así como a todas las personas a las que se consideraba cercanas al os mismos, como Giró».

Por todo ello, solicita el interrogatorio de los querellados y la incorporación a la causa de las agendas y audios grabados por Villarejo.