ESPIONAJE CON PEGASUS A ARAGONÈS

La exdirectora del CNI se escudó en la ley de secretos oficiales para no declarar ante el juez

A pesar de que el instructor tenía los autos del Supremo que autorizaron monitorizar el móvil del político republicano, Paz Esteban no contestó a ninguna pregunta

La exdirectora del CNI no podrá aportar al juez ningún detalle del caso Pegasus

La exdirectora del CNI Paz Esteban ignacio gil

ABC

Barcelona

La exdirectora del CNI, Paz Esteban, no respondió a ninguna pregunta sobre el espionaje a Pere Aragonès con el 'software' israelí Pegasus. Esteban, citada como investigada tras la querella del presidente de la Generalitat, compareció ante el juez por videoconferencia y se escudó en la ley de secretos oficiales ... para evitar cualquier cuestión sobre la monitorización del móvil del político republicano, según han avanzado 'El Nacional' y 'El Periódico'.

Aunque fuentes jurídicas apuntaron que Esteban había declarado durante una hora, lo que hizo la exdirectora del CNI fue limitarse a leer los artículos de la citada ley por la que no puede contestar sobre cuestiones que afecten a dicha monitorización. Su comparecencia se produjo escasas 24 horas después de que el instructor recibiese los autos del Tribunal Supremo que autorizaron el espionaje a Aragonès, cuando este era vicepresidente del Govern de Quim Torra. Según detalló el afectado, «durante al menos nueve meses», entre 2019 y 2019, con Pedro Sánchez al frente del Ejecutivo.

Fue el Consejo de Ministros el que, a mediados de enero, aprobó la desclasificación parcial de documentos del CNI sobre el espionaje a Aragonès, días antes de la comparecencia de Esteban, en calidad de investigada, ante el Juzgado de Instrucción 29 de Barcelona. Aunque el pasado diciembre, la ministra de Defensa ya avanzó que dicha desclasificación, a petición del juez, era «bastante probable».

Según indicó el propio Aragonès, las autos del magistrado Pablo Lucas, «con muchas partes tachadas», apuntaban que la monitorización de su móvil se había justificado bajo la sospecha de que lideraba los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) en la «clandestinidad». Algo que el 'president' tildó de barbaridad.

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