Trias, dispuesto ahora a ser candidato por Barcelona si Junts «pone orden»

En una extensa conversación con ABC, Trias se refiere tanto a su partido como a un cierto espacio independentista sobre el que su partido tiene un ascendente. Junts per Catalunya es hoy una formación sin un liderazgo claro y en la que conviven distintas almas y discursos, sin que ninguna tenga suficiente fuerza para imponerse a las demás. Igualmente, entre Esquerra y los postconvergentes, hay un espacio más proclive a estos últimos que divaga entre la decepción y el irredentismo y es al que Trias se refiere cuando le reclama a su partido que «ponga orden» para que «no se presenten no sé cuántos que dispersen el voto y sea imposible hacer nada en serio».

Xavier Trias i Vidal de Llobatera (Barcelona, 1946) fue alcalde de Barcelona entre 2011 y 2015. Durante la campaña para su reelección, 'El Mundo' publicó una información sobre unas supuesta cuenta en Suiza que resultó ser falsa. Trias siempre ha sostenido que aquella «campaña de mentiras» le hizo perder las elecciones, en unos años en que la ciudadanía estaba especialmente sensible con los casos de corrupción por los efectos de la crisis financiera de 2008. En 2019 le sucedió como candidata Elsa Artadi, que obtuvo unos muy pobres resultados. Hizo una oposición de muy bajo perfil hasta que a principios de mayo anunció que dejaba la política por «motivos personales», que resultaron ser una depresión.

Desalojar a Colau

Desde entonces, todas las miradas se volvieron hacia Trias, que en un principio desmintió tajantemente que tuviera ningún interés en volver a la política. Pero cada vez han sido más –y más autorizadas– las voces que le han pedido un último esfuerzo para remover de la alcaldía a Ada Colau, algo que hasta el momento parece mucho más improbable por la inanidad e incomparecencia de la oposición que por los méritos de la alcaldesa.

Junto al nombre de Trias había sonado también el de uno de los abogados de Puigdemont, Jaume-Alonso Cuevillas, a quien Junts le debe mucho dinero por su defensa en los asuntos relacionados con el proceso independentistas y desde 2018 se lo ha ido compensando con sueldos públicos, primero como diputado en el Congreso y luego en el Parlament. De hecho, antes de proponerse como alcaldable a Puigdemont, le preguntó a un concejal de su partido en el Ayuntamiento de Barcelona: «¿Cuánto se cobra?» El otro nombre que ha sonado con insistencia ha sido el del consejero de Salud de la Generalitat, Josep Maria Argimon. Trias no descarta, ni confirma, incluirlos en su candidatura si finalmente se presenta, aunque por su carácter afable y su voluntad inclusiva, todo parece indicar que sería más bien partidario de contar con ellos. Sobre todo con Argimon, médico como el exalcalde, porque les une una especial sintonía.

Sobre el último barómetro municipal, que daba aún a Ada Colau una leve ventaja en intención de voto, Trias tiene claro que «no ganará. Lo ha hecho suficientemente mal para no ganar». Otra cosa, según el exalcalde, es si podrá gobernar. «En 2019, Manuel Valls hizo la 'pirula' de presentarse para echar a Colau y la acabó votando para que sobre todo no gobernara un independentista».

Trias, que aunque le cueste aceptarlo, tiene una espina clavada por cómo perdió la alcaldía. No tiene nada que demostrar ni ninguna urgencia personal en lo económico, pero sí una cierta ilusión por ganar limpiamente lo que le arrebataron de una forma que él considera baja y sucia. Pese a sus reticencias iniciales, hoy parece más ilusionado que reticente ante su posible retorno, pero no volverá si no ve claro que puede ganar y ser alcalde. Su talante moderado y pactista le facilitaría entenderse con el PSC de Jaume Collboni (que todavía no es seguro que sea el candidato de su partido) y de Salvador Illa.

Los rumores de que Trias habría exigido a Junts, para ser candidato, tener pleno poder para confeccionar la lista electoral, así como la potestad de incluir a miembros del PDECat, «son falsos».