Aragonès convierte el «conflicto político» aceptado por Sánchez en «un conflicto de soberanía»
El presidente de la Generalitat se reúne con los asesores que deben elaborar el 'corpus' que justifique la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña
Aragonès recurre a los inventores del 'derecho a decidir' para su 'acuerdo de claridad'
Barcelona
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Iniciar sesiónPrimera reunión del Consejo Académico para la elaboración teórica de un nuevo referéndum de autodeterminación y Pere Aragonès va fijando la posición en la que quiere que se juegue la partida. Esto no es un «conflicto político», al uso de lo que ya han aceptado el Gobierno de España de Pedro Sánchez y el PSOE, ... es decir, «entre Cataluña y España», sino de dirimir la soberanía que está recogida en la Constitución. «Este es un conflicto de soberanía», ha asegurado el presidente de la Generalitat.
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Aunque Aragonès, en la rueda de prensa posterior al encuentro con los asesores celebrado en el Palacio de la Generalitat, tal y como se anunció este martes, ha explicado que el objetivo es elaborar informes que den con una solución para resolver el «conflicto», no ha escondido que el fondo de la cuestión es conseguir el reconocimiento nacional e internacional de que Cataluña es un sujeto político y jurídico soberano y que, por lo tanto, el conjunto de los españoles no tienen nada que decidir.
La reunión con los asesores (a la que no han asistido los nueve, ya que varios han intervenido por videoconferencia) ha servido para que Aragonès haya puesto sobre su mesa de trabajo cinco preguntas que los asesores deberán responder para encajar 'legalmente' la celebración de un referéndum de independencia en Cataluña. Esta propuesta se defenderá «ante el Estado en el marco de una negociación para resolver el conflicto».
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Una vez el Consejo Académico haga su trabajo (por el que los nueve miembros percibirán una remuneración en calidad de dietas), este se planteará a los partidos políticos (a excepción de Vox). CS y PP no acudirán a estos encuentros y el PSC se lo está pensando. Se da por hecho que Junts y la CUP, además de ERC, partido del Govern, a pesar de sus críticas actuales a esta iniciativa, titulada como «acuerdo de claridad» por el propio Aragonès, participarán en las reuniones, previstas para el verano.
En este sentido, Aragonès ha tentado a los socialistas y ha asegurado que estas reuniones serán la respuesta a la petición de Salvador Illa de crear una mesa de diálogo en Cataluña, al estilo de la que Sánchez mantiene activa (aunque en reposo por la larga precampaña electoral). El presidente autonómico ha dicho que el PSC debería estar en estos encuentros, así como los partidos independentistas que no creen en esta iniciativa: «Si alguien cree que hay otros mecanismos para resolver el conflicto y que se implemente el resultado, estamos dispuestos a escucharlo».
Las cinco preguntas
En relación a las preguntas planteadas a los asesores, grupo que preside el politólogo Marc Sanjaume-Clavet, Aragonès ha concretado que van dirigidas a la forma y el fondo de la celebración de un referéndum de independencia: «Cinco preguntas para establecer las reglas del juego, para dar respuesta a la voluntad de la ciudadanía de decidir el futuro político del país».
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Las cinco cuestiones dirigidas por el presidente de la Generalitat versan sobre las «características» que «debería incluir un acuerdo de claridad con el Estado español para resolver el conflicto político», los «mecanismos existentes en la política comparada» que permitan «aportar soluciones al conflicto político», sobre qué actores políticos e instituciones deberían tomar la iniciativa para implementar estas soluciones, la «función» que debería tener «un referéndum sobre el futuro político de Cataluña, u otros mecanismos análogos, a la hora de resolver el conflicto político» y las «características» que debería «cumplir un referéndum» para contar con «la máxima legitimidad e inclusión y asegurar la validez e implementación».
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