'Sánchez Garrido Abogados' cumple 50 años como referente de la abogacía de Toledo

Con motivo de los 50 años de su fundación, la firma recuerda sus comienzos y los logros conseguidos en este tiempo en el que han ido entrando cada vez más profesionales, un equipo que se define como «una gran familia con un objetivo común: la defensa de la justicia«. 'Sánchez Garrido Abogados', cuya sede se encuentra en a calle de las Armas, en pleno centro de Toledo, a pocos metros de la plaza de Zocodover, se define como un bufete en el que »trabajamos para encontrar soluciones a cada uno de los temas que nos plantean, o en su caso ofrecer el asesoramiento preventivo adecuado para encontrar una respuesta satisfactoria para el cliente, con servicios jurídicos en las áreas Administrativo, Civil, laboral y Penal».

Esta celebración de los 50 años, organizada como agradecimiento a la ciudad que vio nacer al despacho, «significa una renovación del compromiso adquirido antes incluso de su fundación, tanto en el equipo como en los casos individuales de cada uno de los profesionales que componen a día de hoy la empresa». Un compromiso que ha alcanzado numerosos reconocimientos y logros, como son su colaboración con Unicef o su posicionamiento en Best Lawyers, como despacho de referencia en Derecho Administrativo.

Joaquín Sánchez Garrido sigue al pie del cañón y cuenta con la colaboración de su hijo Joaquín, que está al frente del despacho desde hace ya varios años y es también muy conocido entre la sociedad toledana, entre otras cosas, por su implicación con el deporte como presidente del CD Toledo. Con motivo de este 50 aniversario, la firma ha lanzado una serie de entrevistas que muestran a las personas que hay detrás de 'Sánchez Garrido Abogados', así como una entrevista especial a su fundador, donde se hace un repaso a su trayectoria desde sus inicios, cuando decidió estudiar Derecho motivado tras sus años vividos en una colonia de una fábrica de cemento, donde trabajaba su padre. «Esta vivencia creó en mí un sentimiento de solidaridad muy grande y la idea de luchar por los desfavorecidos», dice.

En la entrevista desvela que tuvo ocasión de dejar la abogacía y dedicarse a los negocios empresariales de la familia de su mujer y a los de su padre, pero nunca lo hizo. También declinó dedicarse a la carrera judicial cuando llevaba más de quince años de ejercicio profesional, tras haber sido durante varios años Magistrado de Trabajo y ser tentado por el subsecretario de Justicia para que se presentara por el Tercer o Cuarto Turno. De su padre dice que aprendió a ser «trabajador, honrado y humilde», valores con los que aprendió a desarrollar su carrera. Y de su relevo, su hijo, afirma que «está muy orgulloso de su trayectoria».