Tudanca reta a Pollán: «Vamos a colgar la bandera arcoíris todos los años»

Así de contundente se mostró Tudanca en los instantes previos a la manifestación por el Día del Orgullo que encabezó ayer, junto a la ministra de Igualdad, Ana Redondo, en el centro de Valladolid, y en la que recordó que ya el año pasado, Pollán «amenazó con la Policía y con los servicios de orden de las Cortes» para que retiraran la bandera del ventanal que ocupa el Grupo Parlamentario Socialista en el Parlamento autonómico.

En el requerimiento registrado en el mediodía de ayer, Pollán solicitaba al Grupo Parlamentario Socialista que procediera «sin dilación» a la retirada de las dos banderas colocadas en el exterior de la fachada de la sede de las Cortes por ser este «un edificio público» cuya imagen exterior «se asocia indeludiblemente a la institución que tiene en él su sede». El presidente de las Cortes acusó ayer al líder socialsita de caer en «la infantilización» y hacer de la política «un espectáculo».

Sin embargo, Tudanca, en declaraciones recogidas por Ical, afirmó que tienen «derecho a ponerla» como demostró el pasado año la Justicia cuando archivó la denuncia interpuesta por el «colectivo ultra» de Abogados Cristianos. De hecho, aseguró que «las amenazas de la extrema derecha me impresionan muy poco», tras la sugerencia de Pollán, en una carta enviada a Tudanca, de regular los espacios de las Cortes, ante lo que aseguró que el PSOE no dará «ni un paso atrás en la defensa de los derechos y libertades frente al señor Pollán, frente al señor Mañueco y frente a quien sea».

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Consideró así «muy importante» visibilizar el orgullo con la bandera arcoíris, y mantuvo que «quienes tienen que sentir vergüenza son quienes intentan censurar y prohibir», en relación a Vox, «y quienes son rehenes y cómplices de aquellos», dirigiéndose al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el Partido Popular.

Además, el portavoz socialista en las Cortes reiteró que van a presentar una Ley LGTBI para que Castilla y León «deje de ser la última comunidad autónoma que tiene una legislación específica propia». «No podemos pasar la vergüenza de ser la última», esgrimió Tudanca.