El incendio de Monsagro se vuelve «extremadamente virulento»
«Las velocidades de propagación son muy extremas y el trabajo del personal de tierra resulta más arriesgado», aseguran en Medio Ambiente
ABC
Salamanca
El incendio de Monsagro, en la salmantina Sierra de Francia, se ha vuelto «extremadamente virulento», según han indicado fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, que han advertido que la temperatura máxima del día en la zona, 36,6 grados, se ha alcanzado a las ... 17 horas, «con vientos cambiantes que dificultan las labores de extinción». El fuego ha alcanzado esta tarde el término municipal de Serradilla del Llano. Las autoridades han decidido cortar la carretera DSA-350 que une el municipio con Extremadura ante la cercanía de las llamas, sin embargo, las casas del pueblo no corren riesgo por el momento, pues aún están separadas por varios kilómetros del fuego.
«Las velocidades de propagación son muy extremas y el trabajo del personal de tierra resulta más arriesgado», han asegurado fuentes de la Junta.
El operativo de extinción del incendio de Monsagro (Salamanca), formado por más de 300 personas, ha trabajado durante la madrugada de este miércoles frente a unas llamas que, según los primeros cálculos, podrían haber arrasado ya unas mil hectáreas. La Junta de Castilla y León ha informado de que se han realizado cortafuegos en las áreas más afectadas. «Las condiciones no son favorables, pero el esfuerzo de nuestros compañeros está siendo ingente», ha actualizado al principio de la tarde.
Mientras, el fuego, que saltó desde la vecina provincia de Cáceres, permanece en nivel 2 de peligrosidad y los vecinos que fueron desalojados el martes de manera preventiva ante la cercanía de las llamas no han podido aún regresar a sus domicilios. Por otra parte, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ha indicado que la situación del incendio de Monsagro (Salamanca) se ha complicado en las últimas horas al reactivase varios focos, a la vez que ha recalcado que la concentración de humo en el valle debido a un fenómeno de inversión térmica sigue dificultando mucho los trabajos de los numerosos medios aéreos que participan en la extinción.
A su vez, ha indicado que la evolución del incendio de Candelario, en la Sierra de Béjar. es mucho más favorable, aunque sigue activo y en nivel 1 porque es «difícil de rematar» por la orografía del terreno y la abundancia de piedra en la zona que impide el acceso de la maquinaria para facilitar la extinción, informa Ical.
El fuego puso en jaque a la provincia de Salamanca. Todo el territorio llegó a estar en nivel 2 de alerta por la acumulación de incendios provocados tormentas secas, rayos o incluso por fuegos que saltaron desde otros territorios.
En el caso de Monsagro, en pleno parque natural de Las Batuecas, ha sido la dimensión del incendio, pero sobre todo la cercanía del fuego que se mantiene en nivel 2 a la localidad, lo que hizo que se desalojara a 400 vecinos de forma preventiva que vieron así interrumpida la calma de un martes de verano. Al filo de las 10.30 horas del martes, las autoridades decidieron que no era posible esperar más. Las llamas comenzaron a amenazar la integridad de las viviendas y dentro no puede quedar nadie.
La Guardia Civil, megáfono en mano, apremiaba a los habitantes casa por casa para que abandonaran de inmediato sus hogares, dejando atrás sus pertenencias y sus certezas. Al objeto de facilitar el traslado a las personas más mayores, Emergencias fletó un autobús.
En autobús a Ciudad Rodrigo
El destino era Ciudad Rodrigo, un lugar seguro con la infraestructura suficiente para acomodar a los desplazados, informa Ical. El pabellón Eladio Jiménez estaba provisto de medios para avituallar a la expedición y la Escuela Hogar Los Sitios, residencia estudiantil durante el curso, albergó a algunos de los vecinos de Monsagro, que no pudieron regresar durante la noche a sus casas.
«Nos están tratando de maravilla», se apresuraba a responder Victoria Gómez, una de las trasladadas en el autobús. No quería abandonar su sonrisa aunque, a la vez, denotaba una calma tensa difícil de disimular. Cuando la Guardia Civil fue a desalojarla de su casa «ya no se podía ni respirar». Llevaban oliendo a humo toda la noche y el incendio de El Ladrillar (Cáceres) era visible, por eso no les sorprendió la irrupción de los guardias civiles para ordenar el desalojo.
Sí pasó «miedo», aseguró, y permanecía «intranquila» aseguraba mientras personal de Cruz Roja les atendía en Ciudad Rodrigo. Entre ellos, José Francisco Casado, psicólogo del 1-1-2 en situaciones de emergencia. «Llegan con mucha incertidumbre y algo desorientados. No saben qué está pasando en su pueblo, pero sí que, si las llamas avanzan, pueden perder sus pertenencias», comentó.
En imágenes: las llamas asolan la Sierra de Francia
La provincia de Salamanca está en alerta por la acumulación de incendios forestales
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