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BUENOS DÍAS, VIETNAM

Últimas tardes de julio

Valladolid se ha quedado sola como aquellas estudiantes que dejaban algo para septiembre, una asignatura o la vida y yo no me he marchado porque no.

ical
Guillermo Garabito

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Sólo estamos la ciudad y yo, como dos enamorados en una película de Fellini, lo demás es atrezo. Pero a diferencia de Anita Ekberg, Valladolid es morena y lo nuestro un amor caliente y seco como el que nunca ha conocido el mar. Una pasión, ... que en Castilla es un exceso en época de sequía. Un romance, dos amantes por las calles: ella y yo. La ciudad se ha quedado sola como aquellas estudiantes que dejaban algo para septiembre, una asignatura o la vida y yo no me he marchado porque no. Porque todavía hay portales que no he fichado, calles nuevas, siglos que desconozco. Es ahora cuando puedes atravesar la ciudad de un extremo a otro sin cruzarte con un alma como si esto fuese el desierto de Mojave, pero sólo es Valladolid antes de agosto.

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