Las Cortes de Castilla y León tumban la ley de concordia

El portavoz adjunto del Grupo Popular, Óscar Reguera, ha sido el encargado de defender la posición contraria de su grupo a tramitar la ley, que ha justificado en «razones de oportunidad, de prioridad y de prudencia» al considerar que no era prioritaria para la Comunidad y que los recursos presentados en otras autonomías contra leyes similares aconsejaban esperar y, sobre todo, contar con un informe del Consejo Consultivo de Castilla y León que avale la norma castellano y leonesa.

El procurador del PP se ha mostrado «convencido» de que, pese a todo, la norma que en su momento acordaron con los de Abascal y ha llegado a la Cámara con las firmas de los dos partidos «es constitucional». Durante su intervención, ha cargado contra Vox por «estrenar su soltería coqueteando con la oposición», por lo que «estamos ante un nuevo idilio», interpretando así la labor de oposición que ahora realizan de los de Vox tras su salida del Ejecutivo autonómico.

Por su parte, el portavoz de Vox y exvicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, ha hecho una encendida defensa de la iniciativa y ha lanzado duras críticas hacia el PP al que ha preguntado «por qué la registraron con nosotros y la han defendido hasta antes de ayer» cuando, a su juicio, se trata de «una ley justa y necesaria». En este escenario ha recordado a los populares que están en minoría, por lo que ha anunciado «una oposición contundente dedicada a mostrar sus vergüenzas y a ponerles frente al espejo».

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Montse Serrador

El portavoz del Grupo Socialista, Luis Tudanca, ha defendido su voto en contra de la toma en consideración que pone el «punto y final» a la iniciativa parlamentaria y con ello «cerramos una página negra de la historia de Castilla y León». Además, ha arremetido contra el PP y, sobre todo, contra el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, por su «cambio de postura», al votar ahora contra la proposición cuando «durante dos años se ha puesto una pinza en la nariz para gobernar con la extrema derecha».

El parlamentario del UPL-Soria ¡Ya!, Luis Mariano Santos, y el único representante de Por Ávila, Pedro Pascual, han puesto el tono más sosegado al debate. El primero, ha tachado de «esperpéntico» lo sucedido con los exsocios de Gobierno, mientras que el abulense ha lamentado que con este tipo de iniciativas sirve para «radicalizarnos y ahí no nos van a encontrar».

En el Grupo Mixto, el procurador Francisco Igea, ha denunciado la «cobardía» del PP, ya que durante el debate no estaban en sus escaños ni el presidente de la Junta ni el portavoz del Grupo Popular, Ricardo Gavilanes, que sólo han entrado en el hemiciclo para la intervención de su procurador, y ha hecho énfasis en que la proposición no hace honor a su nombre sino que «ha venido a sembrar la discordia». Más vehemente, como es habitual, ha sido el representante de Podemos, Pablo Fernández, que ha lamentado las «barbaridades» escuchadas y ha tachado la norma de «basura, porquería y excremento».

De esta forma, la proposición de ley de concordia finaliza aquí su recorrido tras lograr el único apoyo de los procuradores de Vox y concitar el voto en contra del PP y el resto de la oposición. Punto y final a una polémica iniciativa parlamentaria que ha puesto en pie a los parlamentarios de Vox y a los del PSOE que han aplaudido con entusiasmo las intervenciones de sus portavoces en una sesión en la que cada grupo ha narrado su historia.