Casas regionales, un 'hogar' fuera para los «embajadores» de Castilla y León

Más de un centenar de espacios entre España y el exterior ofrece servicios y buscan «mantener y revitalizar el arraigo de las personas a sus tierras»

Grupo de ajedrez en la Casa de Castilla y León en Cantabria ABC

Isabel Jimeno

VALLADOLID

Sus raíces y las de sus ancestros se hunden en Castilla y León. Más o menos profundas en el tiempo, pero con un fuerte arraigo que hace que mantengan incluso a kilómetros de distancia la vinculación con la tierra a la que sus apellidos evocan ... sin dudarlo. Y para no perder la esencia del lugar del que un día salieron y no olvidan, así como ejerciendo de «embajadores» de allí donde proceden, las casas regionales son a la vez ese hogar fuera de 'casa' y la 'oficina' de promoción en el exterior de Castilla y León. Así, una de las labores que ejercen los paisanos de la Comunidad es la de hacer de forma natural de «embajadores turísticos de su tierra allí donde viven», la que para ellos siempre será su 'cuna', por más que hayan salido de ella.

Castellano y leoneses por el mundo que se afanan en «promocionar todo el conocimiento» de la Comunidad, destaca el presidente de la Confederación Internacional de Casas Regionales de Castilla y León, Fernando Guerra. Nacido en Valladolid, criado en Ávila y de madre leonesa, desde hace años asentado en Cantabria, vuelve a su Burgohondo «cada vez que puede». Y es que de esta tierra le gusta «casi todo»: la luz, el paisaje, la «franqueza y realismo» de sus gentes... Y con esos oriundos de aquí que están allá se juntan en las casas regionales. «Cuanto más distancia hay, más te unen los paisanos que te puedes encontrar. Y si eres de la misma provincia, casi como hermanos», resalta Fernando. «Une un sentimiento de castellano y leoneses».

«Acoger a las personas de Castilla y León que viven fuera de la Comunidad» es el motivo que impulsó la creación de las casas regionales allá en los tiempos en los que no había redes sociales ni otras plataformas de encuentro. Los años han pasado, pero la esencia pervive y ése sigue siendo su 'leit motiv', aunque cada vez con más actividades y adaptadas a lo que el avance de los tiempos y necesidades requieren. Lugares de «acogida y convivencia» en los que organizan ciclos de cine, conferencias, exposiciones, bailes, clases de danzas, senderismo y en el que sobre todo captan a las nuevas generaciones... Y siempre con Castilla y León como hilo conductor. También es el lugar al que realizan excursiones para dar a conocer y palpar en vivo la riqueza y encanto de la Comunidad.

«El arraigo que siguen manteniendo las personas a sus tierras es lo que se trata de rememorar, mantener y revitalizar« en estos 'hogares' fuera de casa, así como »dar a conocer« Castilla y León a los habitantes de esas localidades. »Hay que ahondar en el sentimiento de arraigo de donde vienen tus orígenes«, defiende Fernando Guerra, quien reconoce que las necesidades de quienes un día salieron de esta tierra no sólo han ido cambiando con el tiempo, sino que no son iguales para quienes están en España, que ya no demandan tanta ayuda social y económica como hace años »porque el sistema trata igual a todos«, como para los que salieron el país –según los últimos datos del INE, cerca de 184.000 oriundos de la Comunidad viven en el extranjero–. Allí, sobre todo en Iberoamérica, además de ayudas para cubrir distintas necesidades, también sobresale el apoyo para el retorno a Castilla y León. Un pasaporte de vuelta para el que la Junta tiene sus propios programas dirigidos a personas originarias de esta tierra, hijos o nietos de quienes un día hicieron las maletas y cruzaron el 'charco' y ahora desean volver a atravesar el Atlántico.

Incremento de las ayudas

134 casas forman parte de la Confederación, un centenar repartidas por distintos puntos de España –más de 900.000 personas nacidas en Castilla y León residen en otros puntos de la geografía nacional, según el INE– y el resto, sobre todo entre Argentina y Cuba. Ahora, con «gran ilusión», la gran casa de las casas trabaja en revitalizar su trabajo, tras unos años «un poco dormida».

De la mano de la Junta, que para el año próximo incrementará un 92 por ciento las ayudas, hasta los 500.000 euros, señala el presidente de la Confederación, pretende incrementar las actividades en común. Intercambiar experiencias y «entre todos, buscar ideas» con las que seguir atendiendo y sirviendo de punto de unión de los castellano y leoneses en el exterior, así como esparciendo el conocimiento de la Comunidad.

«Los centros tienen que seguir trabajando en la idea de lo que es Castilla y León y adaptarse a la modernidad», que estos espacios sean «atractivos» también para las nuevas generaciones, sin perder de vista ser ese lugar en el que los paisanos se juntan a echar una partida de cartas o simplemente charlar. «No son sólo el folklore y la historia», recalca Fernando Guerra sobre las casas regionales, esos lugares en los que siempre con su comunidad de origen como telón de fondo pretenden que quienes están fuera «encuentren actividad para desarrollarse y estar en permanente actividad».

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