La «oportunidad increíble» de estudiar en la tierra en la que hunden sus raíces
Dos alumnas de máster descubren Castilla y León, donde se criaron sus abuelos
VALLADOLID
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Iniciar sesión«Cubana y zamorana» a partes iguales, dice sentirse Wendy Mylene Llamas. De ascendencia de la provincia de Zamora, ya había estado en Castilla y León en 2016 de la mano del programa 'Raíces', y desde septiembre hace de nuevo realidad su sueño de ... volver a España que tenía en mente hace años. Esta vez, gracias a una de las cinco becas de 7.000 euros cada una del programa que tiene la Junta para titulados universitarios castellano y leoneses o de sus descendientes en cualquier país de América Latina. Arquitecta, cursa un máster de Ingeniería Ambiental en la Universidad de Valladolid, ciudad que recorre con pasión y ojos de profesional. Fijándose en cada columna, en cada edificio, iglesia, parques, el Campo Grande... «y comparando con Cuba». Quiere aprovechar al máximo esta «gran oportunidad, desde el punto de vista personal y profesional» que supone poder cursar un máster que, con sus recursos, hubiera sido imposible. «La posibilidad es enorme», señala, «muy contenta» con la experiencia, que le ha permitido regresar a su hogar, el que conoció hace seis años y del que quedó «enamorada».
Supo por primera vez dónde esta Bretocino, el pueblo del que un día salió su bisabuelo para viajar a Cuba, donde formó su nueva familia. Atrás dejó la española que, con el paso de los años, Wendy ha logrado conocer y juntar. Consiguió reunir a su abuelo, Antonio, con su hermano, también Antonio. «Muchas emociones» ese día y «cerrar un capítulo» que hizo aún más fuerte el «vínculo» de esta cubana con Zamora, que tiene entre sus deseos quedarse en Castilla y León cuando finalice una formación que «dicen que tiene muchas salidas».
Conocimiento
La casa de Castilla y León allá en la isla, de la que formó parte activa, es en la que conoció «todo lo que sé» de la Comunidad y de Zamora. Sus vinos, sus quesos, sus cultura, sus trajes tradicionales, que el río principal es el Duero... «Me acercaron mucho a Castilla y León ya Zamora», valora sobre la labor de estas sociedades, a las que ella, a kilómetros de distancia sigue enviando información sobre las posibilidades que se brindan desde aquí para venir. «Me siento zamorana y cubana, y se lo debo a la sociedad», destaca sobre esa labor de las casas regionales.
Lo mismo que María Pía Álvarez, licenciada en Relaciones Internacionales en Buenos Aires y desde octubre embarcada en un máster de Ciencia Política en Salamanca. Ella ya sabía lo que es el cocido, que una de sus abuelas servía allá en Argentina, y una vez aquí evoca con deleite «los embutidos». Y es que en su casa, de abuelos de San Pedro de Ceque (Zamora) y Cunas y Pozos (León), las costumbres de la tierra de la que partieron siempre han estado presentes. «Impactante» ver con sus propios ojos los lugares de los que sus abuelos le hablaban con pasión.
Así que cuando se le presentó la oportunidad de regresar, no lo dudó. Fue, además, el empujón definitivo para cursar un máster pensando en las «puertas» del futuro que le pueda abrir. «Es una experiencia que recomiendo a todos», señala sobre esta «oportunidad increíble» brindada por esta beca que conoció por la sociedad española en Miramar. La casa regional en la que María Pía participa activamente y de la que habla con pasión. Allí organizan actividades para acercar a la gente «a sus raíces», que «tengan presente lo que son nuestros ascendientes y lo duro que fue migrar», sin perder ese vínculo con España y Castilla y León que María Pía siempre tiene muy presente.
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