El 'Atlas de la Industria': una nueva herramienta para buscar trabajo en Castilla y León

Basta con teclear la dirección https://fundaciontecnovitae.org/ y clicar en el despegable 'Atlas' del menú para acceder. A continuación, la herramienta ofrece una «visión global» del tejido industrial de la Comunidad, a la vez que detalla la situación de las provincias y los municipios que la componen. Tanto si se elige la Comunidad, las provincias o los municipios como puntos de partida, se podrá conocer el número de empresas y personas empleadas en cada industria, además del tipo de infraestructuras TIC disponibles para ella. Los datos pueden segmentarse en función de la actividad dentro de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE), los ingresos de explotación, el número de empleados y el resultado del ejercicio. En el apartado de 'la Comunidad' también se ofrece un listado de las empresas, parte del análisis y, de las industrias en las que se encuentran, la distribución y demografía, botón que muestra el 'dato agregado' de todo el territorio.

Otro de los «valores» ofrecidos es el 'geoposicionamiento instantáneo' de las poblaciones en las que se desarrolla una industria, o varias, porque la búsqueda de datos puede incluir a todas las firmas o centrarse en algunas, como la química, la textil o la de telecomunicaciones. Es esta última, de boca de Escribano, «un sector muy potente e interesante y mucho más extendida en nuestra comunidad de lo que se puede pensar».

Todas las informaciones utilizadas son públicas, vienen de las administraciones que los generan, y donde hay un dato oficial, en la parte inferior siempre se concreta la fuente. «De manera individual se puede llegar a cada una de ellas, el gran problema es que, a veces, el tiempo que requiere encontrar uno solo de estos datos es terrible, como el ejemplo de la aguja en el pajar», comparaba el director. En la parte negativa, este mar de conocimiento es «quisquilloso» y navegarlo «exige tildes». Preguntado por la financiación del Atlas, explicaba que la cifra dedicada, de «unos 15.000 euros», proviene de las «donaciones» hechas «libremente» a la fundación, aportaciones a las que «anima a las personas a sumarse».

En cuanto al futuro del proyecto, el director dejaba claro que «ésta es la primera versión», pero se trata de una herramienta «dinámica», que va a irse actualizando «año tras año». «Una base» sobre la que se lanzarán «datos y estudios posteriores». «Podríamos hacer un estudio de cuáles van a ser las profesiones más demandadas en el sector de la industria en los próximos años», apuntaba, para aclarar que es algo «todavía no decidido» y que el comité de expertos de la fundación «decidirá» sobre lo que se va a construir.

Uno de los miembros de este comité de expertos es el presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León, Enrique Cabero, quién destacaba que, «Castilla y León es una comunidad autónoma industrial». Sin embargo, si no se subraya esta «dimensión» puede que no se preste «tanta» atención a «relanzar ésta y muchas de nuestras actividades» vinculadas a la industria, que calificaba de «punteras y pioneras» en el contexto español, europeo e internacional. En este sentido, compartía que habían detectado que, desde unas provincias hacia otras, no se conoce bien cuál es la actividad empresarial en general e industrial en particular, algo que esta herramienta «puede mejorar». Asimismo, auguraba que puede «llamar a nuevas inversiones» de dentro y fuera de la autonomía.

«Ha habido una colaboración de expertos y expertas que es puro voluntariado», agradecía el presidente del CES sobre «la voluntad de prestar un servicio público de esta fundación y las entidades que conforman su patronato». A la hora de configurar el instrumento, se otorgó «mucha importancia» a los trabajadores del ámbito industrial de la Universidad de Valladolid, labor que calificaba de «voluntariado industrial». Y también «destacar» que la Fundación TecnoVitae, creada en diciembre de 2023 y por lo tanto con «una historia todavía breve», «ha sabido poner en marcha instrumentos, propuestas y programas especialmente útiles dirigidos al cumplimiento de los fines fundacionales».

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Desde el CES, manifestaba Cabero, recalcan la importancia de las «nuevas dimensiones y conceptos» unidos a la industria: «Se habla ya de la industria de la construcción o del hábitat eficiente, de la del turismo…». Precisamente para construir el atlas tuvieron que «reflexionar mucho» en el momento de delimitar los ámbitos. De cara al futuro, la intención es «ir incrementando y mejorando» , aunque construyendo siempre sobre «datos oficiales» y no «estimaciones o valoraciones». Cabero concluía que las personas que utilicen la herramienta pueden dirigirse a la Fundación TecnoVitae con un «echo de menos esto, me gustaría que apareciera otro dato o podríamos ampliar en esta dirección».

Según Rafael Álvarez, presidente de la Fundación TecnoVitae, «en los foros» han manifestado de manera recurrente «gran preocupación por la cantidad de egresados» que todos los años se forman en Castilla y León, con una institución académica excelente según «todos los datos de los informes PISA», y que «desgraciadamente» acaban trabajando en otras comunidades o países. Resumía la situación en dos palabras: «Quemar billetes». Y valoraba a Atlas como una oportunidad, con capacidad de «establecer y fijar esa población joven» en el territorio castellano y leonés, al dar visibilidad a las empresas que hay en él. Otra «utilidad», a los ojos del director general de la Fundación TecnoVitae es «entretenerse» con el Atlas e informarse de «cómo está el panorama». Incluso, de cara a los investigadores profesionales y «amateurs», la historia de la Comunidad queda reflejada en cierta manera, por ejemplo, con la evolución del paro en los municipios durante la pandemia.

En definitiva y como Escribano resumía, se trata de una «herramienta creada con diferentes fines, pero útil para todos».