Arranca el juicio contra el joven acusado de matar a puñaladas a su pareja en un pueblo de León

Los hechos tuvieron lugar en la medianoche del domingo 18 al lunes 19 del mes de abril de 2021, cuando, después de haber pasado el día juntos, J.C.G.D. se dirigió a casa de Paula convencido de que estaba con otro hombre. Una vez allí, según el escrito de calificación de la Fiscalía, rompió el cristal de la puerta del portal de una patada y accedió al interior, tras lo que hizo lo mismo con la puerta de la vivienda de la que era su pareja.

Ya en el interior del domicilio, comenzó una discusión con la mujer y buscó al supuesto hombre que estaba con ella, pero no encontró a nadie puesto que estaba sola. El joven, de 28 años en aquel momento, también le pidió a Paula su teléfono móvil e inició un forcejeo que terminó con el terminal roto en el suelo. Además, en el transcurso de esa discusión, el hombre propinó un cabezazo a la mujer.

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El acusado salió en ese momento de la vivienda y bajó a su vehículo, pero volvió a subir y, tras coger un cuchillo de la cocina, se dirigió a la habitación en la que estaba Paula, a la que empujó sobre la cama. Una vez incorporada, «sin más, con intención de causar su muerte y de forma sorpresiva, repentina y sin posibilidad alguna de defensa», J.C.G.D. le asestó tres puñaladas «mortales» a la víctima en la zona de la espalda, como consecuencia de lo que se fracturó el arma y la hoja quedó incrustada en su cuerpo.

Así, sobre las 1.30 horas del día 19 de abril de 2021, se produjo la «muerte violenta» de Paula M. por «un shock hipovolémico causado por múltiples heridas por arma blanca».

De acuerdo con lo relatado en el escrito de calificaciones previas y según dictamen de un médico forense, JC.G.D., que ingresó en prisión provisional el mismo día de los hechos, «no presentaba ni previamente ni en el momento de los hechos ninguna alteración psicopatológica y tenía intactas sus facultades cognitivas y volitivas».

El Ministerio Fiscal relata en su escrito la existencia de episodios violentos previos por parte del ahora acusado, J.C.G.D., hacia la víctima, Paula M., quienes iniciaron una relación sentimental en el verano de 2020, llegando incluso a convivir juntos por un tiempo, aunque no en el momento del crimen, informa Ical.

Así, en el mes de diciembre de 2020, J.C.G.D. se dirigió al domicilio de su pareja, donde fracturó el cristal de la puerta del portal y causó diversos desperfectos en el interior de la vivienda al golpear puertas y algún que otro mueble. Sin embargo, «Paula M. no denunció estos hechos ni tampoco la Comunidad de Propietarios del edificio».

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Unos meses después, en marzo de 2021, «J.C.G.D. le propinó un cabezazo a Paula en el interior de su vivienda», tras lo que ella se fue hacia su vehículo, donde el acusado «la localizó y la volvió a agredir, agarrándola del pelo y golpeando su cara contra el volante del coche». La víctima tampoco presentó denuncia por estos hechos, pero sí «remitió a una amiga una fotografía con las marcas que la agresión le causó en la cara».

Por todos los hechos anteriormente relatados, la Fiscalía considera que J.C.G.D. es el autor de cinco delitos. El primero de ellos es un delito leve de daños, por el que solicita una multa de 180 euros, dividida en seis euros diarios durante un mes.

También se le acusa de un delito de maltrato en el ámbito familiar (violencia de género), por el que se le pide una pena de prisión de nueve meses. Por otro delito de daños, este continuado, se solicita una multa de 20 meses con una cuota diaria de seis euros, es decir, 3.600 euros. A esto se sumaría un cuatro delito por allanamiento de morada, por el que pide una pena de prisión de un año y tres meses.

Finalmente, por el delito de asesinato, «con las circunstancias agravantes de discriminación por razón de género y de parentesco», el Ministerio Fiscal solicita una pena de 25 años de prisión, así como la prohibición de aproximación y comunicación con los padres y el hermano de la víctima por un tiempo de 35 años.