20 años sin Juan Antonio Bardem: el cineasta que apartó la cámara de las «folclóricas» y enfocó a la gente
En el marco del 20 aniversario de su fallecimiento, el libro 'A viva voz'. Juan Antonio Bardem. De la A a la Z' reúne a modo de diccionario el punto de vista de «una personalidad única» en la historia del cine español
VALLADOLID
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión«Creo que con poquísimas excepciones, (hoy) se hace un cine muy conformista, un cine no transformador, no renovador. Si uno mira la historia del cine, todo está inventado desde los primeros tiempos en la manera de contar, pero lo que falta es, digamos, la ... sustancia. Veo el cine español muy deshuesado, muy invertebrado. Le falta un impulso transformador y renovador en el conjunto (...)». En estas declaraciones a ABC, en 1989, Juan Antonio Bardem ponía el dedo en la llaga sobre un tema que le había preocupado a lo largo de su ya entonces dilatada y complicada trayectoria cinematográfica, y contra el que había tratado de luchar desde 'Cómicos' (1954), la primera película que dirigió en solitario después de haber trabajado en dos ocasiones con Luis García Berlanga. La cita textual forma parte de 'Renovación cinematográfica', una de las entradas que recoge el libro 'A viva voz. Juan Antonio Bardem. De la A a la Z« en el que su hija, la 'script' María Bardem, ha trabajado de la mano del escritor y documentalista Jorge Castillejo y el guionista y realizador Diego Sabanés para poner en valor el trabajo de su padre, «totalmente ninguneado», y dar a conocer a las nuevas generaciones el empeño, allá por los años 50, de un conjunto de cineastas para «trasladar la realidad al cine».
«Si no fue el primero, desde luego sí que estuvo a la cabeza de aquellos que comenzaron a apartar la cámara de los forillos y las folclóricas y girarla sobre la gente. Su voluntad era la de retratar la realidad; mirar hacia otro lado», recuerda al Carlos Bardem, sobrino del realizador madrileño, quien explica que aunque la relación con su tío fue «corta» -tuvo un pequeño papel en su última película en 'Resultado final' (1997)- 'aprendió a quererle' a través de su madre, Pilar.
En el contexto de la Semana Internacional de Cine (Seminci) y en el marco de la celebración del 20 aniversario de la muerte del cineasta -se cumplirá el próximo 30 de octubre, se ha presentado este volumen coeditado por el propio festival y la Academia de Cine, que complementa el libro 'Juan Antonio Bardem, de puño y letra', publicado hace unos meses por Ocho y medio, y donde los mismos autores recopilan escritos desconocidos o perdidos del cineasta.
Fernando Mendez-Leite, actual presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, considera que una de las aportaciones fundamentales de este realizador fue la de «renovar la forma de entender el cine» pese a las circunstancias históricas que vivió. «Ha sido una personalidad única dentro de la historia» de la cinematografía española, subraya el crítico, para quien Bardem supo «abordar con valentía y capacidad creativa y expresiva los problemas de la realidad social y política» de la época.
Ordenado alfabéticamente, a modo de diccionario, los autores recogen en este libro conceptos, nombres propios y títulos de obras relacionados con la filmografía y su trayectoria televisiva y teatral. «Muy pocos saben, por ejemplo, que estuvo detrás del primer montaje comercial que se hizo de 'La Casa de Bernarda Alba', señala como curiosidad Diego Sabanés, quien destaca el ingente trabajo de investigación realizado 'buceando' en hemerotecas de ocho países: «Hay desde una entrada que llamamos 'muerte', hasta otra que recoge sus 'influencias', sus encuentros con la 'censura' o su opinión del Partido Comunista desde dentro», sostiene al respecto Jorge Castillejo. «Queríamos recuperar su punto de vista de su trabajo, pero con una persona tan política todo lo que encontrábamos de él era una reflexión constante sobre la industria y cómo evolucionaba la sociedad española, los gustos de los públicos,...», añade Diego Sabanés.
Cada entrada, «una lección»
Este compendio de ideas permitirá al lector, además, la posibilidad de adentrarse en el libro de diferentes maneras: «Se puede leer por orden cronológico, pero también de manera transversal», considera María Bardem, coincidiendo con el resto de autores en que «cada entrada es una pequeña lección». Sostienen, también, que el cineasta madrileño perteneció a «una generación impresionantemente fértil», que pese a «estar trabajando en marcos de censura y controles tenía la capacidad de crear de manera deslumbrante».
En este sentido, el que fuera director de la Seminci y del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), el periodista Fernando Lara, uno de los principales responsables de que este libro vea la luz, recuerda en el prólogo que, seducido por le neorrealismo del cine italiano, Bardem «se lanzó entre 1953 y 1956 a una difícil senda que iría jalonado de títulos tan señeros como 'Cómicos', 'Muerte de un ciclista' y 'Calle Mayor', en las antípodas de la aquellas producciones españolas de cartón piedra que detestaba».
A la presentación del libro, le sucedió este domingo una mesa redonda en la que el ensayista, narrador y crítico Luciano Egido, gran amigo del homenajeado, puso la nota discordante al reconocer sólo como «grandes» tres de sus películas pese al «prodigio» de su técnica, afirmación que justificó por la intervención de la censura.
Antes de este encuentro, la intervención de los autores antes los medios sirvió para desvelar una de las anécdotas del minucioso trabajo de edición, que ha corrido a cargo de César Combarros, habitual editor del festival. Fue la sana discusión que mantuvieron sobre la imagen que debía ser la portada, para la que se debatieron entre una instantánea del joven realizador durante el rodaje en Ciudad Universitaria de 'Muerte de un ciclista' con megáfono en mano -cedida por el archivo de ABC- o la de un risueño Bardem en una de las últimas entrevistas que concedió. Finalmente la balanza se decantó por esta última en reconocimiento a la «jovialidad» y «cordialidad» de un cineasta para quien ejercer el oficio, reconoce su hija María, «fue lo más parecido a ser Dios en la tierra».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete