Año trágico en las carreteras de Castilla y León, con 146 fallecidos

El año empezó poniendo los pelos de punta. En sólo seis días, siete personas pedieron la vida en tres accidentes. Ya el 3 de enero, hubo cuatro víctimas -tres miembros de una misma familia- en un siniestro en Muelas del Pan (Zamora), que en agosto volvería a revivir escenas de dolor con otro trágico suceso que tardarán en olvidar en el que tres niños portugueses de camino a su tierra no consiguieron llegar a casa. 2015 se cierra, así, con impactantes accidentes como los anteriormente citados y otros envueltos por un cierto misterio, como aquel en el que falleció una joven después de que una tormenta de arena invadiera por segundo día consecutivo a la misma hora y en el mismo tramo la A-6 en Medina del Campo.

La cifra de accidentes mortales en Castilla y León aumentó en 2015 en un 16 por ciento y también la cifra de fallecidos. En total 28 más que en los doce meses anteriores , llegando a los 146, una trágica cifra que no se superaba desde 2011, cuando los muertos en siniestros en vías interurbanas fueron 176.

La distracción y la somnolencia y la velocidad inadecuada han seguido siendo las principales causas de accidentes de tráfico en Castilla y León, al igual que en el resto del país, en este pasado 2015 en el que la Comunidad ha vivido varios accidentes múltiples. El más grave, en una curva de la N-403 a la altura del Tiemblo (Ávila), que se saldó de un plumazo con la vida de cinco personas que viajaban a bordo de los dos turismos que colisionaron. La mayor siniestralidad en la carretera se ha trasladado también a un incremento de los heridos graves en la carretera, en más de un veinte por ciento, mientras que la cifra de personas que resultaron afectadas pero de carácter leve se mantienen estable.

Por provincias, León es la que más accidentes mortales acumuló en 2015, y la que más muertes certificó junto con las de Burgos, Valladolid y Zamora, que sumaron en torno a seis de cada diez fallecidos. La mayoría, en la red secundaria de carreteras, como suele ser habitual cada año.

Aún queda por delante la segunda fase de la operación especial de tráfico de estas Navidades, después de que la primera se cerrara sin ningún fallecido, frente a una muerte el año pasado.

La Nochevieja y el Día de Año Nuevo, fechas en las que habitualmente se producen graves accidentes, tampoco registraron afortundamente ninguna víctima mortal aunque si hubo varios siniestros que dejaron al menos unaa docena de heridos.

Evitar distracciones, ni una gota de alcohol al volante y no sobrepasar la velocidad adecuada a la vía continúan siendo las principales reclamaciones de la Dirección General de Tráfico.