Así que en la localidad vallisoletana, su consistorio decidió que, pese a que este año no se bailaría el pasadoble en la plaza ni se celebrarían las dos comidas populares tradicionales, los vecinos honrarían a su patrón desde sus casas degustando paletilla de cerdo de pata negra que repartiría el Ayuntamiento entre los empadronados.
Su alcalde, Víctor González, se puso manos a la obra y contactó con un distribuidor que trabaja en el pueblo y en «dos días» llegaron las paletillas, a 60 euros cada una, a La Mudarra. «Se fueron repartiendo desde una tienda del municipio a todos los empadronados y duraron allí muy poco tiempo», asegura el regidor para explicar la premura del reparto entre todos los vecinos.
«Lo hicimos para que la gente recordara que eran las fiestas del pueblo, pese a que no se celebrasen», explica González. Y los vecinos están «encantados» con la iniciativa. Incluso, ya hay quien le ha pedido al consistorio que «no se celebren más fiestas» si es a cambio de una paletilla cada año», indica el alcalde entre risas. «Hay familias que tienen cuatro y cinco miembros y les ha tocado varias paletillas», relata. Pero hay otros, sobre todo los más jóvenes, que echan de menos las fiestas en honor a San Antonio y el ambiente que se respira en el pueblo durante esos días.
Ya hay varios alcaldes de la zona que se han intersado por la iniciativa, ya que todas las fiestas patronales se han suspendido por el coronavirus. «Depende de lo que cada ayuntamiento quiera hacer con los gastos o si necesitan el dinero para otras cosas », considera Víctor González.
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