El repunte de la derecha permitiría al PP gobernar con Cs o con Vox

Aunque la formación que lleva treinta años al frente de la Junta sería la que más acusaría la caída al perder entre seis y once escaños respecto a los 42 que logró en 2015 y dejarse cinco puntos porcentuales hasta obtener su resultado más bajo en democracia (32,6 por ciento), los populares liderarían prácticamente cualquier tipo de acuerdo postelectoral factible gracias al repunte de votos del centro y la derecha en la Comunidad con el subidón de Ciudadanos, que ganaría hasta ocho representantes, y la fuerte irrupción de Vox, que entraría en las Cortes con seis escaños. Los tres partidos recibirían más del 57%, un porcentaje nunca antes logrado en la Comunidad por formaciones alejadas de la izquierda. Además, aunque lo más sencillo sería que, como en Andalucía, el pacto se produjera entre populares y «naranjas», cabría incluso la posibilidad matemática de que se diera un pacto entre el PP y los de Abascal.

En segundo lugar, según la encuesta, se colocaría el PSOE, que lograría levantar ligeramente el vuelo tras el batacazo de hace cuatro año. Los socialistas sumaría entre uno y tres escaños a los 25 actuales, llegando a entre 26 y 28, con el 27,4% de los sufragios. Los de Luis Tudanca no recuperarían ni siquiera el nivel de 2011, cuando ya cayeron de forma significativa y tampoco aprovecharían el desplome de Podemos. Con este panorama y descartado su opción «ideal» de gobernar con la formación «morada» sólo podría llegar a la Junta con una alianza con Cs si ambos lograran el mejor resultado que les otorga el estudio estadístico.

El mayor batacazo se lo da Podemos que pasaría a ser una fuerza residual en la Comunidad al perder casi la mitad de sus apoyos y lograr únicamente tres escaños con apenas el 7 por ciento de los votos. Su balance mejoraría algo si finalmente se presenta junto a IU (que en solitario podría quedarse sin su único representante), pero con la suma de ambos aún cederían seis puntos porcentuales. Una parte no cuantificada de esos votos que vuelan irían directamente a parar a Vox en una muestra más de que los extremos se tocan. Por último, los leonesistas también podrían desaparecer.

Hay que tener en cuenta que el parlamento que salta de las urnas tendrá tres procuradores menos, pasando de los 84 actuales 81 tras la pérdida de tres escaños en León, Salamanca y Segovia por la pérdida de población. En estas provincias perdería el PP hasta cuatro «asientos» -dos en territorio del candidato a la Junta, el salmantino Alfonso Fernández Mañueco-. En todo caso y pese a no superar en ninguna el 40 por ciento de los votos (algo que antes era más que habitual), los populares se imponen en todas las provincias -en León hay un empate técnico con los socialistas- con una considerable ventaja en Ávila, Palencia, Soria y Zamora. Mientras, los socialistas pueden mejorar en Burgos, Valladolid (efecto Óscar Puente) y en Palencia. Mientras, el descalabro general de Podemos se daría en Burgos (de dos a cero). Vox, por su parte, conseguirá un representante en las seis provincias más pobladas y se quedaría cerca de conseguirlo en Soria, Segovia y Palencia.

En cuanto a las preferencias de pactos, sin «mojarse» demasiado sí prefieren un gobierno sin Vox.