Un matrimonio y su hijo entre los 6 detenidos en operación antidroga en Ávila

En los registros practicados, la Guardia Civil se ha incautado de 164 gramos de cocaína, una picadora de cogollos de marihuana y cinco cogollos de esa sustancia, así como 430 euros en billetes, procedentes de la venta de la droga.

Según los cálculos realizados, de haberse puesto a la venta toda la cocaína intervenida, se podrían haber obtenido en torno a un millar de dosis, de manera que toda la droga incautada podría haber alcanzado un valor de 20.000 euros mediante la venta conocida como «menudeo».

La operación «Mojines» se inició en torno a un núcleo familiar integrado por un matrimonio y un hijo, que mantenía «asiduas e inusuales» entrevistas en calles y locales de ambiente juvenil situados en el casco urbano de Sotillo de la Adrada.

Además, según la Guardia Civil, ninguno de los tres realizaba actividades laborales remuneradas, pese a lo cual «disfrutaban de una situación económica desahogada», de ahí que los agentes investigaran al núcleo familiar.

Producto de las pesquisas, se pudo descubrir que los tres se dedicaban «diaria y exclusivamente» a la venta de cocaína en la modalidad del menudeo y, en menor medida, a la distribución en algunas ocasiones hachís y marihuana.

El suministro de la cocaína partía de un vecino de un municipio de la zona que ya había sido detenido por hechos similares en 2008.

Esta misma operación sirvió para conocer que el mismo distribuidor también disponía bajo su mando de otros dos distribuidores de cocaína, uno de los cuales operaba en la cercana localidad de La Adrada, sin que realizaran ninguna actividad laboral remunerada.

Los acopios de droga eran realizados, al menos, una vez por semana, de ahí que los cálculos apunten a que durante un mes podría distribuirse en el entorno de Sotillo de la Adrada una cantidad cercana al medio kilo de cocaína.

Con esta operación, la Guardia Civil considera que se ha podido cortar una «importante vía de introducción y distribución de cocaína» en las localidades de Sotillo de la Adrada y La Adrada, donde existían cuatro puntos de venta.

Además, sus ramificaciones afectaban a otros municipios abulenses del Valle del Tiétar.