El frío y las dudas económicas lastran la reapertura a medio gas de las terrazas

¿Y los clientes? Ganas de volver a compartir ese café, caña y hasta tapas en torno a una mesa, pero también ciertos temores y un día que no acompañó a disfrutar la consumición en compañía. Al abrigo del interior pudieron hacerlo por primera vez ayer en León y Salamanca, que estrenaron alivio de medidas, con aforo dentro a un tercio y terrazas al 75%. Esos niveles son los que menos convencen al sector, que sigue reclamando ayudas . En la capital charra, la mayor parte de los bares y restaurantes reabrieron ayer en esta víspera de puente diferente, en el que el cierre a la movilidad con otras comunidades se notará en la falta de turistas y dentro de Castilla yLeón hay dos bloques: las cuatro provincias con menos restricciones y las cinco en las que la incidencia del virus sigue siendo más alta y la apertura de terrazas es el único alivio.

En León, donde ayer también pudieron reabrir –con topes de aforo– los grandes centros comerciales y los gimnasios, sus habitantes respondieron a esta nueva situación y volvieron a traspasar las puertas de bares, restaurantes y cafeterías o a sentarse desde primera hora de la mañana en sus terrazas, la opción elegida por muchos clientes pese al frío de estos primeros días de diciembre y tras días sólo de café y comida para llevar. Con medidas restrictivas que hacen que muchos propietarios, aunque contentos con volver a la actividad, pongan el foco en la necesidad de ayudas y un plan de rescate que les permita recuperarse económicamente, ya que seguirán arrastrando pérdidas, informa Rosa Álvarez.

Según señaló a Efe la gerente de la Asociación de Hostelería de León, Paula Álvarez, el descontento en el sector «es enorme». Muchos «abren por desesperación», alertó.

En Segovia, donde la bajada en la incidencia del Covid-19 ha permitido pasar de nivel 4 a 3 de riesgo, desde ayer más aforo en bares, teatros, centros comerciales... Y más ánimo en sus vecinos al ver el progreso y todavía con el imborrable recuerdo del duro impacto en la primera ola. Aún así, el presidente de la asociación de hosteleros de la provincia, Jesús Castellanos, señaló que en la mayoría esa posibilidad de recibir a más clientes en muchos casos no se traduce en más mesas –única forma de servir, pues sigue prohibido el consumo en barra– , debido a las distancias de seguridad que hay que mantener. Eso sí, tras una semana de alivio, el 90% de los locales ya han abierto.

El fin de la restricción que afecta a las terrazas fue acogido con frialdad en las primeras horas en Zamora. Las bajas temperaturas condicionaron que los clientes fueran escasos y la mayoría optaran por el café para llevar. La mayor parte de las mesas instaladas en la vía pública, en la zona centro de la ciudad, donde pasado el mediodía se comenzó a notar algo más de actividad, informa Alberto Ferreras.

Así que la imagen más extendida, como en Valladolid, la de más sillas aún apiladas que extendidas y con clientes. Abrigo, guantes y gorro para sentarse en una jornada de vuelta a la hostelería que, al coincidir con el viernes, sí fue ganando algo de clientela a medida que pasaron las horas. Eso sí, hasta las 22.00, que comienza el toque de queda, otra de las restricciones que el sector pide flexibilizar para dar más margen a su actividad.

Y entre quienes levantaron la verja y los que decidieron continuar con el candado echado, muchas dudas sobre cómo puede afectar este alivio a las prestaciones y ERTE. Este mismo viernes, la consejera de Economía y Empleo de la Junta de Castilla y León, Ana Carlota Amigo, envió una carta a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, solicitando un cambio normativo para que esta vuelta parcial a la actividad no «perjudique» a la hostelería. La explotación de la terraza especialmente en este época del año, señala, es una actividad «muy residual que no justifica que los empresarios pudieran perder su derecho a mantener los ERTE de impedimento».