Mantienen los 18 años cárcel para el acusado por violación, maltrato y vejaciones en Valladolid

El juicio, en el que la defensa ha sostenido la solicitud de absolución, ha quedado visto para sentencia, tras la declaración por videoconferencia desde Medina del Campo (Valladolid) de dos testigos, quienes no comparecieron el pasado martes, cuando estaban citadas, lo que obligó a suspender la vista y ha conllevado la imposición por parte del tribunal de una sanción de 250 euros para cada una.

La vista se ha desarrollado por hechos ocurridos en junio de 2014, cuando el acusado, de 28 años entonces, natural de Marruecos, y la víctima, de 25 años en esos momentos, de origen belga, acudieron a Medina del Campo, donde pasaron unos días en la calle y después convivieron en la casa de una amiga del encausado, una de las testigos que ha declarado este pasado miércoles.

La fiscal, en su informe final, se ha basado en el testimonio de la víctima, que declaró ayer por videoconferencia desde Bruselas asistida de intérprete de lengua flamenca, en la declaración de la compañera de piso del acusado y denunciante y en el parte de lesiones que reflejó daños en el rostro, el costado, una nalga, brazos y piernas de la víctima.

«Se prevalió el acusado de crear un clima de auténtico terror» contra la afectada, sobre la que ejerció una «dominación total» en su convivencia, aprovechó su superioridad física y el desamparo de la joven, en un país extranjero, con poco conocimiento del idioma, sin familia ni amigos aquí y sin dinero para poder huir, ha argumentado la fiscal.

Ha rechazado la atenuante de dilaciones indebidas que plantea la defensa como alternativa a su petición de absolución, al subrayar que el acusado estuvo casi un año en busca y captura, y sobre la posible adicción a la cocaína del encausado ha manifestado que no consta que hubiera consumido antes de la violación.

La defensa ha alegado «contradicciones» en las declaraciones de la víctima y la testigo que residía en la misma casa y ha citado distintas versiones ofrecidas desde la instrucción sobre los momentos en que ocurrieron los hechos.

El letrado ha calificado de «raro» que el acusado cambiase de actitud sin que pueda encontrarse un motivo, del hombre «más maravilloso -cuando vivían en Bélgica, antes de trasladarse a Medina del Campo- a la fiera más grande».

En concreto, el ministerio público y la acusación particular han demandado once años de cárcel por un delito de agresión sexual -violación-; tres años por maltrato habitual; un año por lesiones -en total cuatro años ya que acusan de cuatro delitos de lesiones-; y treinta días de localización permanente por vejaciones.

La defensa solicita la absolución y, en caso de considerar una infracción penal, dilaciones indebidas -cuando el acusado dejó de estar en busca y captura se presentó las veces que fue citado- y la influencia del consumo de estupefacientes como atenuante.

El juicio ha quedado visto para sentencia después de que la Audiencia enviara ayer a prisión al acusado, lo que solicitó el ministerio público, que argumentó riesgo de fuga y que pudiera influir en las dos testigos que faltaban por declarar, las que han comparecido hoy por videoconferencia y han sido multadas por no acudir cuando estaban convocadas.