La Virgen de los Remedios: un renacer de la fe en el corazón de Toledo
Los feligreses de San Miguel el Alto rescatan del olvido esta devoción que vuelve a procesionar por el Casco, como ya hizo en 2024, en esta ocasión restaurada
GALERÍA. Lluvia de pétalos y fervor popular en Toledo por la Virgen de los Remedios
J. Guayerbas
Toledo
Es la esencia de lo toledano en cuanto a religiosidad popular se refiere. La Virgen de los Remedios de San Miguel el Alto ha recorrido este sábado las calles del Casco Histórico dando ejemplo de que con criterio y ganas es posible recuperar una devoción ... olvidada. La imagen procesionó el año pasado tras más de seis décadas, y hoy lo ha hecho arropada por turistas, muchos, pero también por sus devotos y cofrades.
La Virgen de los Remedios, que iconográficamente responde a una imagen con el niño en brazos de escuela castellana, sobre una peana de plata repujada y una ráfaga oval de orfebrería de estilo toledano, se ha presentado a los fieles tras varias semanas de ausencia por la intervención a la que ha sido sometida en el taller de restauración del Convento del Espíritu Santo de los Padres Carmelitas.
Después de la celebración religiosa, la imagen portada a hombros por una cuadrilla de anderos y cargadoras ha llegado al corazón de la ciudad, a la plaza de Zocodover, entre la sorpresa de quienes han decidido pasar el domingo en Toledo, y la emoción de aquellos que ven como el sueño de recuperar una devoción del pasado está funcionando.
Los acordes de una de las bandas de música de la ciudad han marcado el ritmo de la procesión que ha tenido momentos de postal, como la lluvia de pétalos que la Virgen ha recibido en la plaza del Solarejo o su paso por la plaza del Seco, adornada con banderas, gallardetes y mantones. Espacios por los que no es habitual ver una procesión y que hacen especial este cita con la Virgen de los Remedios, al igual que la salida desde San Miguel el Alto con un cielo de flores de papel en el que han trabajado estos días los hermanos de la cofradía.
Representantes del Consejo Mayor de Hermandades y Cofradías de Gloria de la Ciudad de Toledo, junto a la concejala de Cultura, Ana Pérez, y el administrador parroquial Gustavo Adolfo Conde, se han sumado a esta cita con la tradición que avanza a paso lento, pero firme.
En el cortejo, un amplio grupo de mujeres ataviadas con mantilla, así como acólitos y monaguillos que se han encargado de abrir paso a la comitiva en la que no ha faltado el incienso y las estampas para el público, sin duda, una forma de extender la devoción a la Virgen de los Remedios y rescatarla del olvido.
En esa labor trabajan de manera incansable los jóvenes de la cofradía que preside Ildefonso del Fresno, con el impulso de Hugo Cañas, vestidor de la imagen que este domingo lucía una esclavina con bordados antiguos, destacando la disposición de las piezas de joyería y relicarios de filigrana en la saya o vestido, y una toca de sobre el manto de tul bordado.
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