Marabunta sí, colapso no (de momento) por el encendido de las luces de Navidad en Toledo
En el primer sábado del encendido navideño, el eje Zocodover-plaza del Ayuntamiento de Toledo todavía estaba lejos de parecerse al metro de Tokio, pero vuelva usted en un mes y verá lo que es gentío de verdad
La magia de la Navidad nace en Toledo
Mucho asombro con Nicolás Maduro, conductor de autobús aupado a dictador, por adelantar la Navidad al 1 de octubre porque los venezolanos tienen «el derecho a la felicidad», pero aquí no andamos tan lejos. Si en la Guerra Fría los Estados Unidos y la Unión ... Soviética mantuvieron una pugna por la conquista del espacio -primero fue la perra Laika, después Yuri Gagarin y más tarde Neil Armstrong- en España estamos locos por dar cuanto antes al botón del encendido de las luces navideñas. Este año ha ganado Estepa, en Sevilla, que el 7 de noviembre ya estaba muy interesada en que comiéramos sus polvorones; le siguió Vigo, el día 15, con Abel Caballero, alcalde-visionario que ha inventado una industria; y Toledo, el viernes 21, ha sido la tercera ciudad. ¡En el podio de honor!
No ha pasado aún la turra del 'Black Friday', anda iluminada de morado la fachada de la Delegación de Gobierno por la violencia de género y ya se ven gorritos de reno por la calle Ancha. Pocos, es cierto, porque se corre el peligro de morir de éxito y porque el tsunami de frío anunciado se quedó en ola.
Pronosticaban la treintena de vecinos que el viernes se manifestaron en las Cuatro Calles que enseguida llegaría el «colapso» en Hombre de Palo y, de momento, aquello no parece el metro de Tokio. Ayer, sobre las ocho de la tarde del primer sábado del encendido navideño, en el eje Zocodover-plaza del Ayuntamiento, que es la Quinta Avenida toledana, había marabunta sí, pero todavía lejos de esa opresión que anima a comprar un billete de avión y marcharse a cualquier otra latitud. Eso sí, los aparcamientos de Azarquiel y del Corralillo de San Miguel colgaban el cartel de ocupados.
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Las fiestas arrancan este viernes, 21 de noviembre, con el tradicional encendido con el objetivo de superar los tres millones de visitantes del año pasado
«A mí esto me agobia», confesaba una señora a los suyos a la altura de la Administración de Lotería 'Doña Lola'. Pues vuelva usted en un mes y verá lo que es gentío de verdad, aunque con 163 millones de euros por 2,5 euros que anuncian mediante cartulina en la puerta para el sorteo del martes el agobio se llevará seguramente mejor.
Cero caso a las flechas
El Ayuntamiento, previendo las riadas (humanas), ha puesto indicaciones con flechas que invitan al único sentido. Cero caso. Los peatones van y vienen por la temida Hombre de Palo, mientras que Cardenal Cisneros se exhibe vacía -es un decir: siempre hay grupos de 50 turistas, si no más, haciendo ruta y siguiendo a un guía con paraguas en alto-.
Ya en la plaza del Ayuntamiento, deslumbra el tiovivo, dueño y señor sobre el terreno, y le secundan casetas que ofrecen patatas, gofres, por supuesto churros y hasta vino caliente (en alemán «glühwein»).
Y rápido de vuelta a Zocodover, porque cuando el reloj marca las horas en punto, los altavoces alrededor de la bola gigante empiezan a atronar con Mariah Carey y su 'All I Want for Christmas is You'. Y si no se ha enterado de que a veintitantos de noviembre ya estamos en Navidad, a continuación suena Mecano y 'Un año más'. Qué más da que todavía queden 38 días para despedir el 2025.
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