Así lo ha explicado a este diario el delegado, José Gutiérrez, quien, tras reunirse este martes con los padres de dos de los cuatro alumnos afectados, de 8 años de edad la mayoría, y escuchar los argumentos de la inspección, entre otras instancias, ha optado por aumentar en 10 horas semanales la jornada de trabajo de los profesionales encargados de estas tareas, los cuidadores-auxiliares técnicos educativos (ATE), que ahora dispondrán del tiempo suficiente para atender en el comedor a estos alumnos, afectados gravemente en su autonomía e impedidos para la realización de las actividades básicas de su vida diaria.
Esta es la solución adoptada hasta que se resuelva un recurso de reposición presentado este mismo miércoles y que ahora está siendo estudiado por los servicios jurídicos. También este martes se desplazó al colegio Virgen del Carmen un equipo multidisciplinar formado por la jefa del Servicio de Inclusión Educativa, el equipo de Inclusión de la Delegación Provincial de Educación y el Servicio de Inspección «para ver in situ, sobre el terreno, los recursos extraordinarios que paga la Junta de Comunidades y por lo tanto todos los castellano-manchegos en el centro concertado y las actuaciones que estaban llevando a cabo«, ha explicado Gutiérrez.
Por ello, se ha iniciado un recurso de reposición para «volver a estudiar la asignación de recursos extraordinarios que se había hecho con el centro educativo».
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