Sobrino Magán, un árbitro que quiere echar «a los de siempre» de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha

Y se reafirma en ABC: «Son palabras flojas porque entendemos que el proceso lo están haciendo con un ocultismo total, muy rápido y con la mínima publicidad posible. Gracias a nosotros, hay mucha gente que se está enterando de que hay elecciones y de que tienen derecho a voto». Entre esas «irregularidades» menciona el que tres miembros de la actual junta directiva hayan sido designados para la junta electoral o que haya «trabajadores de la federación llamando a clubes y jugadores para pedirles el voto o presionando a árbitros. Y a los clubes les prometen partidos internacionales que luego no van a poder cumplir».

Aunque también se ha podido solicitar el voto por correo, el viernes 1 de marzo, día laborable, es la fecha para elegir a los 70 asambleístas, que representarán a todos los estamentos del fútbol y el fútbol sala: clubes, jugadores, entrenadores y árbitros. A continuación, esos 70 miembros elegirán al presidente de la federación. Hay que recabar un mínimo del 15% de apoyo de los asambleístas para poder optar al cargo.

La precandidatura que encabeza Sobrino Magán se llama 'Más Fútbol' y «somos todos muy jóvenes». Sin embargo, «la gente que está conmigo me ha pedido que, de momento, no revele su nombre». En cualquier caso, el árbitro asegura que «nos sorprende que estemos teniendo tanto apoyo». «A mí me gustaría una federación que cuide el deporte de base y que los equipos más humildes no lo tuvieran tan difícil», avanza sobre sus propuestas.

El árbitro asistente cree que la entidad «no evoluciona» y se necesita «un cambio» que releve «a los mismos de siempre». Las críticas son muy duras. «Hablan de transparencia y nadie dice lo que cobra el presidente ni su junta directiva porque no aparece por ningún lado», expone. Y asegura que el salario anual de Burillo es de «150.000 euros» (el del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ronda los 90.000), «mientras los clubes pequeños se las ven y se las desean para pagar fichas, arbitrajes, sanciones...».

Además, «de deporte base, de escuelas deportivas, no hay nada, hasta el punto de que los equipos se van a otras comunidades autónomas para poder competir». «Y algún día tendrán que explicar lo que han hecho en Alcázar de San Juan con la residencia para deportistas, cuyo coste pasó de 1,8 a 3,2 millones. A los clubes les sale más barato irse a hoteles cercanos que alojarse allí», finaliza.