García-Page: «Mi mano está tendida y todo el que quiera colaboración con la Junta la va a encontrar»
«Me parece nefasto que se quede tanta gente sin representación y que tengas que ganar la mitad de la población o no gobiernas», asegura
Page anuncia una legislatura con un programa ambicioso en la que primarán los consensos
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Iniciar sesiónTras una larga noche de nervios e incertidumbre, el socialista Emiliano García-Page fue el único en España de su partido que pudo conservar un gobierno autonómico absoluto por mayoría absoluta. Será su tercer mandato consecutivo. Pero las elecciones pasaron factura al PSOE regional en ... el lado municipal, ya que si cuaja la coalición PP-Vox perderá el gobierno de cuatro capitales, Toledo, Guadalajara, Ciudad Real y Albacete, además de Talavera de la Reina, Puertollano y otros municipios importantes. Será, por tanto, una legislatura en la que se pondrá el foco en los acuerdos o enfrentamientos que puedan producirse entre estas administraciones. Page asegura en una entrevista con ABC que está más dispuesto a lo primero.
—¿Cómo va a recordar la noche electoral? ¿Hubo algún momento en el que verdaderamente pensaba que no iba a conseguir la mayoría absoluta?
—Hubo un momento evidente de una enorme perplejidad porque cuando uno va bajando en votos y en porcentaje electoral y pierde escaños te vas haciendo la idea. Pero cuando estás subiendo en porcentaje y en votos y al mismo tiempo la ley electoral, que es muy torticera y se ha hecho con mala fe, te puede llevar a tener la inmensa mayoría pero encima no gobernar, eso es nefasto. Pero sí, tuve unos momentos de nervios, que solo los podía equiparar al primer parto con mi hija, que lo pasé fatal porque no me dejaron entrar los médicos al paritorio y estuve en la calle y me fumé un paquete entero en 20 minutos.
—Respecto a la campaña electoral, el PSOE se ha quejado de que el Partido Popular ha pasado determinados límites, ¿cree que esta ha sido la campaña en la historia de Castilla-La Mancha más más entre PP y PSOE?
—La cuestión es que no estamos a partes iguales. El PSOE ha hecho una campaña limpia, sin ofensas y sin insultos, pero los dirigentes del Partido Popular han exhibido la peor cara de la política, sin duda de ningún tipo. Y sí, creo que ha sido de las más agudas. Lo que pasa es que ya empecé a borrar de mi memoria los malos momentos de Nacho Villa en la televisión pública donde, poco más o menos, Otegi era un santo comparado conmigo.
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—En la precampaña y campaña electoral Pedro Sánchez estuvo tres veces en Castilla La Mancha. En Albacete, donde su contacto con él fue muy efímero; en Toledo, donde no coincidieron por un viaje suyo a Bruselas y la última en Puertollano, donde le reprochó los acuerdos con proetarras ¿Fue esta última la visita más rentable electoralmente para usted?
—Sé que puede resultar de un electoralismo por mi parte, pero en realidad es que yo digo lo mismo aunque no haya elecciones. Es más, si pasa dentro de una semana o cuando pasen las elecciones o en septiembre voy a decir lo mismo. Llevo a gala haber cambiado muchas veces de opinión en mi vida, pero no de principios. Esos no los mudo por semanas.
—Aunque sea hablar de otro partido, ¿cree que Paco Núñez va a ser su adversario político durante los próximos años o no?
—Es una incógnita. No lo sé. Pero sospecho que no, aunque obviamente estamos en un paréntesis porque hay elecciones. Si el PP gana el cambio será de una manera y si pierde será de otra. Pero vamos, sospecho que habrá cambio.
—Si nos fijamos en los datos electorales se comprueba que en muchos municipios y ciudades de Castilla La Mancha ha habido alcaldes o alcaldesas que van a ser del PP, pero si miramos la urna autonómica usted ha sido con diferencia más votado que ellos. Es decir, un mismo elector introduce una papeleta de un signo político y otra de otro ¿Eso de ser lo que se llama un candidato transversal cómo se consigue?
—Es sorprendente porque ha habido muchas injusticias locales y sorpresas incluso para los que han salido. Yo creo que sí ha habido alguna falla, y es que muchos candidatos locales pensaban que de cara al ciudadano les iba a proteger mi paraguas ante la tormenta de Madrid. Yo mismo he pensado en muchos momentos que la gente iba a diferenciar claramente lo local, y tengo alcaldes y alcaldesas que de verdad son muy queridos y que si hoy se celebran elecciones locales en el 80% de los municipios cambiaban. Sin duda de ningún tipo. Pero creo que incluso ha habido un exceso de confianza y que muchos ayuntamientos y alcaldes que hemos creído que iban muy bien han pensado que por muy fuerte que fuera el viento de Madrid no iba a afectar y no habría riesgo. Y no ha sido así.
—¿Será tal vez porque usted sí que ha manifestado una crítica hacia la política del gobierno de Pedro Sánchez y esos alcaldes no?
—Es que un alcalde no tiene tribuna mediática nacional y en política nacional no se le espera. Es también un poco absurdo pensar que un alcalde, que normalmente la gente le pregunta de los temas de su ciudad, se meta en el debate nacional, es muy complejo. Tienen que ser de grandes ciudades como Barcelona o Madrid. No creo que a muchos alcaldes les hayan preguntado por la sedición, y por tanto que hayan tenido ocasión de decir lo que piensan. Creo simple y llanamente que todos, unos y otros, no entraban en el debate. En mi caso no, porque evidentemente cuando eres presidente de una autonomía, y sobre todo cuando no quieres que tu comunidad parezca de quinta categoría, porque solo hablan los catalanes u otros, pues evidentemente yo ese papel no lo voy a consentir. Simplemente levantando la voz defiendo de entrada la significancia también de mi región.
—Toledo, Talavera, Puertollano, Ciudad Real, Albacete van a pasar a ser gobernados por el Partido Popular y Vox. De todos los casos ¿cuál es el que más le duele e incluso puede considerar que es injusto?
—Injustos todos. Tengo claro que de haber habido unas elecciones sin contexto nacional hubiéramos cogido las alcaldías en todos los casos o en el 90%. Hay algunos que me resultan flagrantes, como por ejemplo Talavera. Es uno de los que más me ha dejado perplejo.
—¿Qué les ha dicho a los que eran candidatos del Partido Socialista y han perdido? ¿les ha mandado algún mensaje?
—He hablado con la mayoría de un cierto nivel de ayuntamiento, porque tengo por costumbre hacer un trabajo postelecciones.
—¿Y no tiene ninguna duda de que las coaliciones entre PP y Vox van a cuajar en todas estas ciudades importantes?
—Yo creo que venían cuajadas de antemano.
—En el discurso del Día de Región usted señaló que no habrá castigo hacia los ayuntamientos gobernados próximamente por el Partido Popular y Vox ¿esto qué significa? Y por el contrario, ¿cree que desde la otra parte pueden utilizar ahora esos ayuntamientos para hacer la contra al gran poder regional que es la Junta?
—Yo digo una cosa muy elemental: conmigo no se lleva mal nadie que pretenda o intente llevarse bien. Solo los que me buscan las vueltas y me buscan como enemigo, y no siempre y con mucho esfuerzo, lo consiguen. No soy fácil para tener enemigos ni me los busco todos los días, de manera que me da lo mismo que el alcalde sea el PP o del PSOE. Aunque prefiero que sea de mi partido por razones muy elementales, entre otras cosas porque así nos ahorramos muchas explicaciones al compartir una misma visión de las cosas. Hay proyectos tan elementales como el de Meta en Talavera u otros en Puertollano que no pueden estar condicionados por el gobierno de turno. Por tanto, quiero dejarles claro a todos que si pretenden una línea de colaboración con la Junta la van a encontrar, y que la mano la tienen tendría de verdad, porque es mi forma de ser de siempre. He convivido mucho más tiempo con un escenario adverso que con uno mayoritario. Me ha tocado remar contracorriente toda mi vida. De manera que se esta experiencia para mí no es nueva.
—¿Remaría más a contracorriente desde Castilla-La Mancha si por ejemplo en julio se produce un cambio en el Gobierno central?
—Eso es una incertidumbre. Yo con el Gobierno de Pedro Sánchez puedo decir una cosa que puede resultar paradójica, pero no es peloteo. Y es que a pesar de las diferencias que mantengo con el presidente desde el punto de vista de fondo, no he visto nunca una orden de que los ministros no se pongan al teléfono o de asfixiar a la región. No he visto retranca. De hecho, hemos conseguido muchos acuerdos en infraestructuras, en materia de agricultura o de agua. Creo que es una legislatura enormemente provechosa en acuerdos. Yo con quien gobierna en España voy a intentar también mantener de entrada cordialidad y acuerdos.
—Una de las cuestiones más noticiosas del Día de Castilla-La Mancha fue su propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía para modificar la ley electoral, que calificó de un sistema deficitario. Tras tanto tiempo pendiente esta cuestión ¿cree que ha llegado el momento en que es posible hacerlo? ¿Tiene un número adecuado o justo de diputados que a su juicio debería tener el Parlamento de Castilla La Mancha?
—Hay dos debates distintos. Uno es la ley electoral que fija el número y la distribución de escaños, y eso por supuesto hay que consensuarlo entre todos los grupos. Pero hay algo previo que fue el auténtico tapón que provocó Cospedal, que realmente no tiene nombre. Hizo una primera ley ampliando muchos los diputados porque le venía bien, pero cuando se empezó a asustar porque cada millón de Bárcenas lo convirtió en un diputado menos. Fue una cosa descaradísima. ¿Alguien puede entender que el único Estatuto de Autonomía que se ha probado en sus revisiones en España con los votos de un solo partido, ni siquiera el de Ibarreche, haya sido este?. Lo votó el PP por su santa voluntad para hacer una trampa electoral. No solo he tenido que aguantar que su director general sea el socio de Villarejo, no sólo he tenido que sentirme espiado y he tenido que ver cómo manipulaban todos los medios de comunicación, y el de la pública era terrorismo informativo del malo. Lo de Cospedal no tiene nombre. Realmente tiene que pasar mucho tiempo para que, los que nos vimos al borde de casi el equilibrio psicológico, superemos ese acontecimiento. Pero vamos, Núñez era un alumno aventajado de Cospedal. Y ya me he enterado en esta campaña por qué le dejó a Núñez en vez de a muchos otros que la verdad pensábamos todos que tenían más posibilidades.
—Pero insisto ¿algún número de diputados que a su juicio sea más adecuado?
—No, no. Tiene que ser una cosa ponderada, normal. El máximo que creo que se puso en el Estatuto en un momento determinado, el inicial, fueron 49. Pero lo que no tiene sentido es que Extremadura, que tiene dos provincias, tenga el doble de diputados que nosotros. Que La Rioja, con 250.000 habitantes, tenga más diputados que Castilla La Mancha. No se puede representar la voluntad de la gente. Hoy yo soy presidente, pero sé que el 25% de los votos de mi región no tienen representación ninguna. Eso es algo que no se puede permitir una sociedad democrática. Normalmente las leyes electorales perjudican al que se las ha inventado y si lo ha hecho con intención de hacer trampa, más. Esa es una máxima política. Pero yo lo hago sinceramente porque me parece nefasto que se quede tanta gente sin representación y que tengamos que jugar a que o ganas la mitad de la población o no gobiernas. Por eso, lo que nos ha tocado hacer aquí es una machada.
—Pedro Sánchez ha dicho que se enfrenta ahora a un tándem de la «derecha extrema», al referirse a PP y Vox, un tándem que también tendrá usted en las Cortes regionales ¿opina lo mismo o lo ve de otra manera?
—No conozco a los de Vox. Yo le doy mucha importancia a la forma de ser de cada persona, y cada una de ellas gestiona la política de una manera o de otra. Hay gente que de por sí es de natural mal encarado, y tenemos unos cuantos que no tienen arreglos ninguno. Conozco alguno que incluso ha ganado y ha tenido que hacer ejercicios de gimnasia para aprender a sonreír porque no lo ha hecho en su vida, y ahora con el cartel electoral salía sonriendo. Es la vida misma. Depende mucho del talante de las personas. Hay quien te hace imposible el diálogo. Yo lo que llevo muy mal es la frivolidad. Esa gente que se mete con tu familia, que te insulta y que al día siguiente dice que son cosas de la política.
—¿Cree que Vox tendrá autonomía como grupo dentro de las Cortes de Castilla-La Mancha o estará influenciado por la dirección nacional?
—Vox tiene prohibido por los estatutos que tengan libertad ningún miembro. Es todo lo que diga el jefe. Cuando veo que se ha presentado Macarena Olona porque dice que hay dictadura dentro de Vox ¿y cuando se afilió, que pensó? No puede nadie aspirar a tener independencia o autonomía en Vox. Si no está en los estatutos, se transpira. Sí puede haber discrepancias en el PP, que es un partido mucho más grande y más plural. Ahí sí que es más complejo, como en el PSOE. Es como si alguno de Podemos ahora pensará que Pablo Iglesias se puede equivocar alguna vez.
—También ha hablado de un programa de gobierno ambicioso para 8 años, ¿cuales van a ser los ejes fundamentales del mismo?
—Fundamentalmente creo que hay una velocidad de crucero en la reconstrucción de los servicios públicos y hay un programa muy ambicioso de infraestructuras, Es en lo que que creo que se tiene que acelerar todavía más aunque nos va muy bien. También en los indicadores socioeconómicos. Creo que estos próximos años pueden ser espectaculares, además de que vamos a seguir gozando de estabilidad política, lo que que significa el 50% de la confianza que pueden tener los empresarios que nos vienen a conocer. Aquí los empresarios que vengan saben con quién se juegan los cuartos y con quién se tienen que entender. Y esa estabilidad la vamos a convertir en la llegada de muchísimas más empresas, que en los últimos años han sido más de 150 empresas medianas y grandes, aparte de otras en trámite. Creo que en estos próximos cuatro años hay que remangarse para conseguir que vengan muchas más, porque es a la postre lo que puede cambiar no los servicios públicos, que esos dependen del presupuesto público, sino cambiar la radiografía sociológica de la región, que ha estado muy maltratada desde la Guerra Civil con los déficits históricos que hemos tenido. La realidad de lo que ha pasado en España es que el 75% de lo que ha crecido este país desde lo que llevamos de democracia es fundamentalmente el oeste. Tomando Madrid como referencia del abanico, todo el arco mediterráneo es lo que verdaderamente se ha llevado la mayor parte del crecimiento de España y se nota muchísimo en el este. Es el momento de reequilibrarlo y nosotros estamos en el centro, con lo cual todas estas estrategias obviamente nos pueden beneficiar mucho y hay que aprovecharlas. Estamos, de verdad, en condiciones de crecer muy rápido y de seguir sorprendiendo.
—Se han convocado a las elecciones generales y lógicamente eso nos lleva a elegir las listas al Congreso y al Senado. ¿Nos puede adelantar algo al respecto en Castilla-La Mancha? ¿Habrá nombres que, por ejemplo, han perdido alcaldías?
—No tengo la más mínima idea. Parte de mi supervivencia tantos años en política es no hacerme cargo de las intrigas del PSOE.
—¿No tiene información?
—Tendré, tendré. Lo que pasa es que acaba de abrirse la ventanilla y de presentación de solicitudes. Pero sinceramente yo no quiero acabar con más hernias, así que eso lo tendrán que resolver los jefes del partido. Yo me dedico a la gente.
—Por último, sobre su futuro gobierno ¿Habrá más continuidad que renovación? ¿Nos puede adelantar algo?
—Puedo adelantarlo, pero no lo voy a hacer. De hecho pensaba otro calendario, pero como se han convocado elecciones generales evidentemente mi orden de reflexión va desde lo más urgente a lo que puede esperar un poco más. Creo que tengo tranquilidad para poder abordar un gobierno con mucha potencia. Parto de la base, y lo he dicho en público y lo repito hoy y lo repetiré, de que mi gobierno es el mejor gobierno autonómico de España. A lo mejor no el presidente, pero los demás sí.
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