El desafío y la oportunidad de los residuos electrónicos

Podría llegar a duplicarse para el año 2050 si se mantiene el ritmo actual. En España, son 19 kilos por habitante y año, desde teléfonos móviles, pasando por equipos informáticos hasta electrodomésticos de todo tipo.

Autoridades, expertos y entidades como la Fundación Ecolec llevan décadas trabajando para concienciar de que estos RAEE deben ser depositados en un lugar adecuado para su tratamiento. El objetivo es triple: evitar la contaminación por los elementos nocivos que contienen, impulsar el reacondicionamiento y la reutilización, así como el reciclaje final. Más del 90% de los componentes de un móvil pueden usarse en la fabricación de nuevos dispositivos, con menos impacto medioambiental y contrarrestando la carestía de materiales que existe y que incluso está condicionando la geopolítica.

Por las cifras de crecimiento de este tipo de residuos, el propósito es ya inaplazable. Debe implicar a la sociedad en su conjunto. Se está poniendo de relieve estos días, en la Semana Europea de Prevención de Residuos (EWWR, sus siglas en inglés), del 19 al 27 de noviembre. Frente a un modelo de economía lineal, la iniciativa de carácter internacional aboga por impulsar un consumo mucho más responsable, por la reducción, reutilización y el reciclaje.

Coincidiendo con una de las campañas comerciales más importantes a nivel global, el Black Friday, se estima que sólo en el comercio online y en España habrá un aumento del 25% en el gasto este año con respecto a 2021. Los dispositivos electrónicos y los equipos informáticos ocupan el segundo lugar en las preferencias, normalmente nuevos, aunque va ganando peso la segunda mano. Las compras van aparejadas, casi sin solución de continuidad, de un pico en los residuos por los aparatos eléctricos y electrónicos que se desechan en los días posteriores.

El incremento de la basura electrónica es ya argumento suficiente para impulsar el reciclaje y el reacondiconamiento, pero hay otras circunstancias económicas y geopolíticas. No hay que olvidar ese potencial de los RAEE como alternativa de suministro de materiales estratégicos, que es especialmente importante en los países que dependen de las importaciones. Es el caso de España y del conjunto de la UE.

Se trata de metales, como el cobre o el litio, cuya demanda se está disparando porque son necesarios en el proceso de descarbonización y sustitución de combustibles fósiles y para la tecnología, en cualquier ámbito. El pasado 14 de junio, el Gobierno norteamericano ya anunció en Toronto, durante la convención de empresas mineras más importante del mundo, la creación de la MSP (Minerals Security Partnership o Asociación de Seguridad de Minerales), junto a países como Canadá, Australia, Japón, Corea del Sur, Reino Unido o la UE. Los medios internacionales definieron la iniciativa como una «OTAN metálica».

El objetivo es reforzar las cadenas de suministro de esos materiales críticos, apoyando a nuevos países productores y estableciendo alternativas a China, que acapara más del 50% en la cuota de mercado y el 80% en el procesamiento de minerales críticos y tierras raras.

Mucho antes de que se evidenciara esta realidad, la Fundación Ecolec, organización impulsada por fabricantes e importadores de electrodomésticos en 2004, ya venía desarrollando una constante labor en pro del uso eficiente de aparatos eléctricos y electrónicos, de su reacondicionamiento y, al final de su vida útil, de su reciclaje. Lo hace con un firme compromiso ambiental, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030.

En 2021 evitó la emisión de 198.048 toneladas de dióxido de carbono con la recogida de casi 125.000 toneladas de RAEE para su correcto tratamiento, un 8% más que el año previo. Más de 7.408 toneladas se recogieron en Castilla-La Mancha.

Fundación Ecolec también es un férreo defensor del concepto de Minería Urbana. Se trata de convertir en oportunidad el problema que ahora suponen los cientos de miles de toneladas de basura electrónica que generan las ciudades, apostando por la reutilización de materiales, la innovación y el empleo verde. No hay que olvidar que una tonelada de residuos de teléfonos móviles contiene más oro que una tonelada de mineral de oro.

Son argumentos que la Fundación Ecolec lleva a cada una de las iniciativas que mantiene desde hace años con el objetivo de concienciar. En este sentido, aborda la formación, con el #GreenCampus; la información en empresas e instituciones, con la #GreenLeague; en centros escolares, con la #GreenLeagueJunior; y en comercios y tiendas especializadas, con la iniciativa #GreenShop.

También desarrolla campañas con las instituciones directamente implicadas en la gestión de residuos (municipal y autonómica) y los ciudadanos. Entre ellas, destaca la #GreenWeek. En la última edición de este otoño, la #GreenWeek22 también ha pasado por Toledo de la mano de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y del Ayuntamiento, con una importante respuesta ciudadana.

El empeño de casi dos décadas de la Fundación Ecolec se ve ahora reforzado ahora. Es necesario para no frenar una transición energética de la que depende la salud del planeta y el desarrollo.